La educación es un derecho humano fundamental que tiene como finalidad garantizar una educación de calidad para todos los niños, niñas y adolescentes del país. “La plena vigencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes es un compromiso de toda la sociedad y debe estar permanentemente presente en la agenda de las decisiones políticas y sociales”, según señala un comunicado de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF Argentina.
Para los expertos, la escuela es un espacio indispensable para el desarrollo y bienestar de los chicos, para la adquisición de conocimientos y para el fortalecimiento de aspectos psíquicos y sociales.
“Su ausencia genera graves consecuencias para la salud, tanto emocionales como físicas. La escuela además constituye un sitio seguro mientras sus padres, madres y cuidadores/as trabajan, contribuyendo así́ a la actividad económica de la sociedad. Es una herramienta de equidad social indispensable, particularmente en los grupos sociales más vulnerables”, indica el documento.
La Convención sobre los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes fue ratificada por la Argentina, otorgándole rango constitucional. En ella, los Estados parte reconocen el derecho de los niños, niñas y adolescentes a la educación, y que la misma se pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades. (Art.28 CDN).
Existe consenso internacional que aún en estados de pandemia, crisis o catástrofes, el marco legal está dado por los derechos humanos. La educación es un derecho humano fundamental que tiene como finalidad garantizar una educación de calidad para todos los niños, niñas y adolescentes del país. La plena vigencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes es un compromiso de toda la sociedad y debe estar permanentemente presente en la agenda de las decisiones políticas y sociales.
“La situación de encierro, la falta de interacción social, la pérdida del trabajo y la incertidumbre general que ha originado esta pandemia es el ambiente propicio para aumentar el estrés y las situaciones de violencia. A ello, debemos sumarle las inequidades sociales, puestas en evidencia por la pandemia, que se han recrudecido y aumentan el abismo educativo entre quienes acceden al uso de la tecnología y quienes carecen de la misma”, detalla el comunicado.
![Fuerte aval de UNICEF y de la Sociedad Argentina de Pediatría a las clases presenciales: “La escuela es un lugar seguro”](https://tn.com.ar/resizer/v2/fuerte-aval-de-unicef-y-de-la-sociedad-argentina-de-pediatria-a-las-clases-presenciales-la-escuela-es-un-lugar-seguro-BNX22UBU4RENXDBNIWAW4NE6JE.jpg?auth=20ad90ec36b76b7d567a5aa82a65bc778ac9a6bf8dd380d9c5f623b4801ff910&width=767)
Deserción escolar
El comunicado remarca que la escuela habilita un espacio y constituye un tiempo que crea libertad e igualdad. “Su interrupción tiene consecuencias graves a corto y largo plazo para las economías y sociedades. Cuanto más tiempo las infancias y adolescencias, especialmente aquellas en condiciones de vulnerabilidad, dejen de asistir a las escuelas, menos probable es que regresen”, advierten.
Para finalizar, el escrito difundido reafirma que la Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF adhieren a las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas para ”que nadie quede atrás” y acompañan los Objetivos del Desarrollo Sustentable para el 2030, que priorizan la educación entre otros derechos.