Dalma Aylen López es una nena de siete años que vive en la ciudad de San Vicente (provincia de Buenos Aires) junto a sus papás, su hermana melliza Yanina y sus otros dos hermanos varones, Diego y Uriel. Le encanta dibujar, jugar a los videojuegos y a la pelota, y es fanática de Lionel Messi e hincha del Club Atlético Boca Juniors.
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Nació el tres de febrero del 2013 en un hospital de Adrogué. Al principio, los médicos vieron que tenía algunas complicaciones para digerir la leche y vincularon los síntomas con un cuadro de reflujo. Luego de algunos estudios y de notar que su cuerpo no procesaba correctamente el alimento, la internaron en el Hospital de Pediatría Juan Pedro Garrahan y le diagnosticaron fibrosis quística pancreática. Esta afección se caracteriza por presentar insuficiencia en el páncreas, además de estar acompañada de recaídas frecuentes, infección pulmonar y otras complicaciones digestivas, hepáticas y nutricionales.
Una de las condiciones que requiere para poder mejorar su estado de salud es poder tener un hogar sano y limpio. Hoy, ella y su familia viven en un lugar que tiene filtraciones, paredes quebradas con moho y humedad, y con la presencia de ratas e insectos.
La mamá, Anahí Morel, explica a Con Bienestar que para tener una mejor calidad de vida, la nena necesita además de una vivienda saludable, cobertura completa de medicación y antibióticos, vitaminas, una dieta específica de 5.500 calorías diarias, sesiones de kinesiología, solución fisiológica para realizarse nebulizaciones, cubrir los traslados de su casa al hospital pediátrico, la colaboración de ayudantes terapéuticos, entre otras cosas.
Actualmente, cuentan con el apoyo solidario de la comunidad de San Vicente y de agrupaciones como “Mamis en Acción” y “Tu aire, mi esperanza” que les acercan donaciones como, por ejemplo, alimento y medicación.
Su esperanza de vida se basa en mantener el tratamiento, continuar con la medicación adecuada y conseguir un techo apto para su condición
Sobre la fibrosis quística pancreática
Es una enfermedad de evolución crónica que no tiene cura y se caracteriza por afectar al sistema digestivo y a los pulmones. Los tratamientos pueden aliviar la condición y reducir las complicaciones, contribuyendo a mejorar la calidad de vida del paciente.
Los síntomas pueden variar, pero usualmente incluyen tos, reiteradas infecciones pulmonares, imposibilidad de subir de peso e insuficiencia pancreática severa.
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“Quiero que mi hija tenga su casa, la necesita para seguir viviendo dignamente. Para ella y mis otros hijos que necesitan comer, no podemos seguir así”, cuenta a Con Bienestar Anahí Morel, mamá de Dalma. “Hace seis años, desde el 17 de diciembre del 2013, que insistimos para que el municipio nos ayude. Necesitamos que nos donen materiales para construir una nueva casa y que el programa ´Incluir Salud´ nos cubra la medicación”, agrega.
Hoy Dalma tiene diferentes complicaciones que afectan sus riñones, hígado, páncreas y ambos pulmones. Cuando se encuentra estable va al colegio, anda con barbijo y visita con frecuencia el hospital. Su esperanza de vida se basa en mantener el tratamiento, continuar con la medicación adecuada y conseguir un techo apto para su condición: “Deseo poder mejorarle la calidad de vida a mi hija, que viva bien, feliz y disfrutando su niñez”, concluye su mamá.
