Hasta ahora, la vaginosis bacteriana no se consideraba una infección de transmisión sexual pero un estudio recién publicado en PLoS Biology, encontró que una bacteria comúnmente detectable en la boca, que contribuye a la enfermedad de las encías, está relacionada con la infección vaginal.
El equipo de investigación de la Universidad de California examinó cómo dos tipos de bacterias interactuaban en ratones y muestras de hisopados vaginales humanos.
Las bacterias de la boca, llamadas Fusobacterium nucleatum, no causan mayores daños, pero pueden contribuir a la gingivitis, que es una enfermedad de las encías.
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La bacteria vaginal Gardnerella vaginalis causa vaginosis bacteriana cuando se interrumpe el equilibrio habitual de la microbiota de la vagina.
“Una enzima que se encuentra únicamente en los fluidos vaginales de las mujeres con vaginosis bacteriana (sialidasa) puede ayudar a la bacteria Fusobacterium nucleatum a colonizar la vagina”, explicó al sitio Hipertextual Amanda Lewis, investigadora de la Universidad de California en San Diego.
“Cuando las dos bacterias se unen, ’trabajan’ juntas para causar esta desagradable infección”, argumentan los investigadores y coinciden en que: “Estos resultados ilustran las relaciones mutuamente beneficiosas entre bacterias vaginales que se apoyan para la colonización de patógenos y pueden ayudar a mantener las características de la disbiosis, que es el desequilibrio biológico”.
El estudio concluyó que incluso pequeñas cantidades de la bacteria podrían comenzar el proceso de “colonización” descripto, por lo que bastaría con tener sexo oral una sola vez para contraer esta infección.
Un desequilibrio de las bacterias
La vaginosis bacteriana es una infección causada por una cantidad excesiva de ciertas bacterias que cambian el equilibrio normal en la vagina. Es más frecuente en las mujeres de 15 a 44 años.
La toma de antibióticos de amplio espectro que disminuyan la concentración de lactobacilos puede ser causa de vaginosis. Tener una nueva pareja sexual o varias parejas sexuales también aumentan el riesgo de contraerla.
Las mujeres afectadas pueden presentar flujo vaginal anormal de color blanco o grisáceo con un olor peculiar y desagradable. En algunos casos, también causa picazón y ardor al orinar.
Es una patología benigna que, a veces, se cura sin tratamiento. Sin embargo, se relaciona con algunas complicaciones como un mayor riesgo de parto prematuro en las embarazadas o un mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
La vaginosis bacteriana puede ser leve, pero es necesario tratarla para prevenir otros problemas.