Son muchas las cosas que se han dicho y especulado sobre los modos de contagio del coronavirus desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, la principal duda siempre giró en torno a si el virus permanecía en el aire y podía contagiar a las personas que pasaran por un ambiente infectado. La respuesta es afirmativa y lo acaba de comprobar la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pidió no abandonar las medidas preventivas como el distanciamiento social, el uso de barbijo o tapaboca, la correcta higiene de manos y la ventilación de los ambientes cerrados.
En ese sentido, María Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS, escribió en su cuenta de Twitter: “Ahora, el mundo cuenta con las herramientas para ponerle fin a la pandemia”. Y, además, reiteró el listado clave para hacerle frente al virus (y sus nuevas variantes) que amenaza al mundo: seguir con el distanciamiento físico, el uso del barbijo o tapaboca, el correcto y continuo lavado de manos, el plan de vacunación y la ventilación de los ambientes cerrados, un hábito que aún no se arraigó tanto y que podría evitar futuros contagios, aseveró la especialista.
Para la OMS, es fundamental ventilar los espacios cerrados como vehículos, hogares, instituciones, transporte público, oficinas, entre otros, ya que el virus permanece un tiempo prolongado en el aire y puede contagiar, excepto en los espacios abiertos donde la circulación de aire natural es mucho mayor. Para hacerlo, sugieren abrir puertas y ventanas, prender aires acondicionados, ventiladores y medidores de dióxido de carbono, al menos una vez al día. Además, reiteraron la importancia de usar siempre barbijo ya que la transmisión aérea tiene lugar a través de núcleos goticulares que contienen microbios. Éstos tienen tienen un diámetro inferior a 5 µm, pueden permanecer en el aire durante períodos prolongados y llegar a personas que se encuentren a más de un metro de distancia.
La OMS advirtió también que la transmisión aérea del virus del COVID-19 podría ser posible en circunstancias y lugares específicos en que se efectúan procedimientos o se administran tratamientos que pueden generar aerosoles, como por ejemplo intubación endotraqueal, broncoscopia, aspiración abierta, administración de un fármaco por nebulización, ventilación manual antes de la intubación, giro del paciente a decúbito prono, desconexión del paciente de un ventilador, ventilación no invasiva con presión positiva, traqueostomía y reanimación cardiopulmonar.
Las nuevas edificaciones, sobre todo en edificios con oficinas, cuentan con vidrios sellados, sin sistemas de ventilación, por lo que es clave no quitarse el barbijo. En tanto, los medidores de dióxido de carbono permiten saber si un ambiente necesita más ventilación. Si los niveles están altos, las personas que se encuentra allí están más expuestas a inhalar el virus en caso de haber una persona en ese espacio con diagnóstico positivo.
Otra advertencia tiene que ver con el uso del barbijo dentro del hogar. Si las medidas de higiene son las adecuadas y los miembros de la familia se cuidan con el distanciamiento social y las medidas preventivas cuando salen de sus casas, no es necesario utilizarlo. En caso contrario, sería recomendable tenerlo puesto hasta higienizar y ventilar bien los ambientes. A su vez, aconsejan pasar el menor tiempo posible en espacios cerrados con personas no convivientes.
El transporte público sigue siendo de gran preocupación para los especialistas, quienes afirman que colectivos, trenes y subtes deben ser desinfectados con regularidad por el gran flujo de pasajeros diarios. Las escuelas se volvieron también un posible foco de contagio, por lo que es clave mantener extremas medidas de higiene: ventilar las aulas y limpiar pisos y pupitres con lavandina frecuentemente. En cuanto a los comerciantes, sucede lo mismo. Estos suelen quitarse el barbijo cuando no hay clientes y eso puede ser un motivo de contagio ya que, como dijimos anteriormente, el virus queda en el aire de los ambientes cerrados durante un largo tiempo.
De acuerdo a la campaña Ventilar del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, “la ventilación debe ser cruzada para que el aire circule. Abrir puertas y ventanas de manera continua genera un flujo de aire permanente, sin que se acumulen aerosoles. Es mejor una apertura intermitente como sería, por ejemplo, abrir 5 minutos cada hora”. Además, aconsejan encender ventiladores que incrementen la velocidad de intercambio del aire interior-exterior, evitando que se genere flujo de aire directo entre las personas que están en un mismo ambiente.