Cuestionar la vestimenta, controlar el horario, revisar el celular, celar constantemente, prohibir que la persona vea a los amigos o no dejar que realice ciertas actividades son maneras de ejercer el control y generar dependencia.
“Las víctimas de abuso o manipulación psicológica comienzan a cuestionarse, a llenarse de culpas y a confirmar que las apreciaciones son verdaderas, que no sirven para nada, y que nunca lograrán alcanzar el ideal que necesita ese otro para aceptarnos y querernos y, probablemente, entren en el túnel de la subestimación, la ansiedad y la depresión”, relata a Con Bienestar Marcela de Laferrere, terapeuta gestáltica.
Los vínculos tóxicos existen en mayor o menor medida, pero no todas las víctimas los pueden identificar o salir de ellos.
// Qué es el “gaslighting” o abuso emocional en la pareja
“Una relación tóxica es una relación de abuso. Se caracteriza por un daño emocional o físico, o ambos. En términos generales, siempre habrá un maltrato psicológico que puede estar acompañado de uno físico y verbal, ampliamente demostrable”, explica a Con Bienestar la licenciada en psicología Patricia Carranza (M.N. 13.905).
Esto quiere decir que no es una característica excluyente la violencia física: puede no presentarse de esa manera e igualmente ser una relación de carácter abusivo. La licenciada indica que sucede entre dos adultos, en relaciones amorosas, como también entre padres e hijos.
¿Cuál puede ser su origen?
Existen dos elementos centrales, según la psicóloga, para comprender las relaciones abusivas que hacen que a ciertas personas les sea más habitual protagonizarlas que a otras.
La primera tiene que ver con las experiencias infantiles familiares que atravesó una persona. Ellas pueden llevarla a establecer un tipo de relación abusiva, o a estar inmersa en ella y sufrirla.
Por otro lado, hay factores culturales, resabios de machismo y costumbres por modificar. “Hay personas que suelen ser más permisivas con respecto a soportar determinado tipo de vínculos y, en general, poseen una mayor tendencia a una actitud de sometimiento”, describe Carranza.
![Una relación tóxica es una relación de abuso. (Foto: terovesalainen - stock.adobe.com)](https://tn.com.ar/resizer/v2/una-relacion-toxica-es-una-relacion-de-abuso-foto-terovesalainen-stockadobecom-5MUQH62Y4FABHPJZNVTXG22ZCI.jpeg?auth=94aa57bb22b8e89519880bf2e2c58a73f6b16cac8cece1345361c3b0b0f676dd&width=767)
Signos de alarma en la pareja
- Celos constantes (le molesta que pases tiempo con tu familia y amigos).
- Control (de horarios, celular, gastos personales, amistades o forma de vestir).
- Limite a la libertad de elección y de realizar actividades.
- Desvalorización.
- Menosprecio (te dice frases como: “no servís para nada” o “estás gorda”).
- Desautorización (delante de los hijos, por ejemplo).
- Subestimación (le resta importancia a tus méritos y virtudes).
- Amenazas y malos modos.
- Agresiones verbales.
- Agresiones físicas (cuando se llega a esto es porque hubo señales no escuchadas).
![Cómo diferenciar demostraciones de amor de situaciones de control](https://tn.com.ar/resizer/v2/como-diferenciar-demostraciones-de-amor-de-situaciones-de-control-YNILZZQ2GJBIFNN5ENRPX34G2U.jpg?auth=7600194745c8d66dfe540e5eca7074c7996ee9c5a934aeb4cfefa76d3dbd9cc1&width=767)
En algunas parejas, la buena comunicación puede ayudar a recomponer el vínculo. En otras, es posible que no haya vuelta atrás y la única salida sea la terapia, ya sea de pareja o individual, donde trabajar la autoestima, aprender a poner límites, a decir lo que duele o hace mal y a diferenciar actos de amor de situaciones de control.