La burbuja creada para que el maratón de Londres 2020 se pudiera llevar a cabo en las mejores condiciones sanitarias posibles en un contexto de pandemia fue un éxito. Pero las autoridades no pudieron controlar todo: la lluvia y el frío se hicieron presentes durante toda la jornada deportiva.
Pero, pese a las condiciones climáticas, tanto la carrera de mujeres como la de hombres fueron de alto vuelo. Ambas con finales apasionantes, aunque la mayor sorpresa se dio en la categoría masculina.
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Luego de la baja del etíope Kenenisa Bekele por lesión y la desilusión por la pérdida del duelo del siglo, el keniata Eliud Kipchoge tenía el mote de favorito indiscutido, más allá del buen nivel de los otros atletas.
Aunque las expectativas lo superaron y no pudo seguir al pelotón de punta cuando en el final de la carrera realizó un sprit final agresivo y apretado para pelear los primeros puestos y sorprender al mundo entero.
La carrera, que sin la pandemia de COVID-19 se hubiera celebrado en abril, se corrió en un circuito particular y sin espectadores. Fueron 19 vueltas alrededor de St. James Park. Ese recorrido corto de 2,15 kilómetros, sumado a las precipitaciones, provocaron que los atletas tuvieran que tomar precauciones extra al tomar las curvas.
Algo que se notó en los tiempos finales, muy alejados de los récords de otros años. Hay que tener en cuenta también que el contexto epidemiológico, atravesado por cuarentenas mundiales, no permitió que los atletas llegaran de la mejor manera posible.
Kipchoge, junto al grupo que encabezaba la carrera, llegó a la mitad (21K) en un tiempo de 1:02:54, lo que prácticamente ya dejaba claro que no se superaría el récord del mundo que el propio keniata logró en Berlín 2018.
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A medida que pasaban el tiempo, la carrera se complicaba para Kipchoge, que hasta se lo pudo ver incómodo y más cansado corporalmente que en otros 42K. Apenas a unos kilómetros del final, el maratonista más rápido del mundo no aceleró y quedó por detrás de seis corredores.
Pasados los 40 kilómetros, el grupo que se disputaba la punta se fue reduciendo cada vez más hasta que quedó un mano a mano impresionante y no apto para cardíacos. Por un lado Shura Kitata, por el otro, Vincent Kipchumba, ganador el año pasado en Viena y Ámsterdam.
Luego del máximo y último esfuerzo de ambos atletas, fue Kitata quien logró, en los últimos cinco metros de carrera, despegarse y cruzar el arco primero con un tiempo de 2 horas, 5 minutos y 41 segundos. Kipchumba, segundo y Sisay Lemma, tercero. Para sorpresa de todos, Kipchoge terminó en octavo lugar parando el cronómetro en 2:06:49.
Por el lado de las mujeres, la carrera comenzó antes, a las tres de la mañana hora de la Argentina (la de hombres a las seis), y se desarrolló con una lluvia y frío de 9 grados que acompañó desde el comienzo hasta el final.
La keniata Brigid Kosgei, quien posee el récord del mundo en la distancia, ganó el maratón de Londres por segundo año consecutivo con un tiempo de 2 horas 18 minutos y 58 segundos.
La estadounidense Hall, de 37 años, sorprendió en la recta final y aumentó la velocidad para poder superar a la campeona del mundo, Ruth Chepngetich, de 26 años. Así cruzó la meta en segunda posición con una marca de 2 horas y 22 minutos, un récord personal.
En esta edición número 40, Kosgei y Chepngetich empezaron con un ritmo rápido y a mitad de carrera ya eran líderes en solitario. Pasaron los 21 kilómetros en un tiempo de 1 hora 8 minutos y 12 segundos pero luego, ya por el 32, Kosgei se separó de su perseguidora y se quedó con la primera posición.
“Sufrimos mucho porque el tiempo no fue nada bueno”, explicó Kosgei.
