Tanto los fans del running como los que recién están arrancando se dan cuenta rápidamente que practicarlo lleva su tiempo pero se notan beneficios no solo en la parte física sino también mental.
Es muy frecuente entre los runners destacar los espacios de entrenamiento y carreras como un momento de tranquilidad, reflexión y hasta relajación mental. “Mientras estás corriendo pareciera que los problemas no existen”, destaca Daniel Diaz Mateo, contador de profesión pero también un atleta que se destaca en distancias de 1500, 3000 y 5000 metros.
Su experiencia personal lo llevó a valorar muchísimo el running y volverse un corredor federado. Sin embargo, mantiene su trabajo diario y explica cómo hacer para equilibrar los tiempos: “La clave está en organizar bien los días de entrenamiento, de esta manera se puede aprovechar al máximo el tiempo disponible”.
Su entrenamiento se basa en combinar trabajos de velocidad y resistencia con días regenerativos. Por lo general, se distribuyen en dos días de pasadas, una jornada de fondo y el resto son entrenamientos suaves apuntados a regenerar los diferentes músculos. Esta organización cambia a medida que se van acercando las carreras, allí los trabajos se vuelven más específicos y se van amoldando a la distancia de la competencia.
A la hora de planificar, hay dos tipos de trabajos, comúnmente se dividen entre velocidad o resistencia. Es una decisión que a veces genera polémica entre los runners. En este sentido, el deportista destacó que “siempre es importante primero desarrollar la resistencia, ganar una base aeróbica para después incorporar pasadas y ejercicios más relacionados a la velocidad”. Entonces, la fórmula pareciera ser construir una base sólida, a través de corridas más suaves, para luego agregar entrenamiento específico para sumar potencia y velocidad.
En ambos casos, uno de los aspectos fundamentales es el contacto del corredor con el piso y su intermediario: el calzado. Este es uno de los elementos más importantes para un runner, Daniel confesó que incluso su novia lo llama “catador de zapatillas” por la cantidad de pares que ha acumulado.
En los diferentes entrenamientos, se suelen seleccionar por categorías: un calzado más amortiguado para los fondos, un término medio para los días regenerativos y después, en búsqueda de velocidad, modelos más livianos para pasadas o la participación en las carreras.
En este segmento, se destacan las Under Armour Flow Velocity Wind que, por su tecnología UA Flow, un compuesto de espuma singular, sensible, adherente y de apoyo que evita el uso de caucho en la base de la suela, brinda una muy buena adherencia pero con menor peso. Así, se tiene una experiencia “ligera y reactiva”, como la define Díaz Mateo.
Además, las UA Flow Velocity Wind cuentan en su parte superior con UA Warp, un sistema de cintas de soporte para actuar como cinturones de seguridad en el pie. Estas entran en tensión cuando se las necesita y se relajan cuando el movimiento del pie lo requiere.
La versatilidad de este calzado permite utilizarlas tanto para pasadas como para fondos en donde exista la posibilidad de alargar en algunos tramos y conseguir mejores tiempos.
Por último, Daniel Díaz Mateo dejó algunas recomendaciones para quienes quieran comenzar a correr. El primer paso, aunque parezca obvio siempre es necesario recordarlo, es importante contar con un apto físico por parte de un médico. Con este aspecto chequeado, el deportista recomienda empezar despacio e ir incorporando días de descanso.
Sin embargo, la clave para mantener el entrenamiento a largo plazo es tener objetivos claros que sirvan de motivación permanente. Con los días organizados y las metas planteadas, el running se vuelve un momento de disfrute y distensión en medio de la rutina laboral.