El día de recorrida de la canciller de Alemania, Angela Merkel, culmina esta noche en el mismo salón que cenó meses atrás Barack Obama del Centro Cultural Kirchner donde la dirigente aprovechó para elogiar la gestión del presidente Mauricio Macri en materia económica antes del brindis. "Estamos impresionados con su gobierno", dijo.
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Tras recordar la visita a la sinagoga de la calle Libertad, Merkel agradeció en nombre de Alemania la recepción que Argentina hizo de los judíos alemanes durante el régimen nazi. Además, la canciller sostuvo que se emocionó al escuchar un órgano como el del templo dado que "no queda ni uno solo en Alemania" tras la Segunda Guerra Mundial".
Sobre su visita al Parque de la Memoria, Merkel sostuvo que fue muy conmovedor estar en ese lugar que recuerda "una de las épocas más tristes de la historia argentina: los años de la dictadura".
Lugar para el humor entre los discursos
Tanto Macri como Merkel se permitieron una broma durante sus breves discursos antes de sentarse a la mesa. Como anfitrión, el Presidente le agradeció a la canciller por su visita y, en una fórmula que ya había usado durante la mañana, pidió que la única diferencia entre los dos países "siga siendo el fútbol, que es algo sano".
Al tomar la palabra, Merkel recordó que hacía 15 años que un canciller alemán no pisaba suelo argentino y tras recordar que Argentina será sede de la cumbre del G-20 de 2018, sostuvo que "el años que viene un canciller o una canciller (por ella) visitará Argentina de nuevo" y bromeó con que debía ser prudente ya que habrá elecciones próximamente en su país.
