Juan José "Cebolla" Navarro Cádiz y Juan Jesús "El Gitano" Fernández están detenidos e imputados por el doble crimen en Congreso, por los homicidios de diputado Héctor Olivares y su asesor Miguel Yadón el 9 de mayo pasado frente al Palacio Legislativo. Ambos seguirán presos, ya que la Cámara del Crimen confirmó los procesamientos de ambos con prisión preventiva.
La Sala VII del tribunal de apelaciones, integrada por los jueces Mariano Scotto, Mauro Divito y Ricardo Pinto, confirmó la medida dictada el pasado 24 de mayo por el juez Mariano Iturralde. Los camaristas rechazaron las medidas que plantearon tanto el abogado de Navarro Cádiz, Ramón Arigós, como el de Fernández, Ramiro Rúa, y concluyeron que los detenidos mataron con "alevosía" y "por placer".
En relación a las críticas que hicieron las defensas en torno al agravante de la alevosía la Cámara indicó en el fallo que compartían esa calificación porque Olivares y Yadón "se encontraron en una situación de indefensión tal que se vieron impedidos de oponer algún tipo de resistencia".
En cuanto al agravante del "homicidio por placer" también cuestionado por los abogados defensores la sala VII de la Cámara consideró que, más allá de estar pendientes las pericias psicológicas y psiquiátricas para los imputados, "resulta razonable presumir que el accionar atribuido habría estado guiado por la satisfacción de disparar el arma, que contaba con un dispositivo láser".
Aunque al comienzo de la investigación se especuló con un crimen vinculado a algún tipo de venganza personal el magistrado Iturralde y la fiscal Estela Andrades no encontraron un móvil, ni ninguna relación entre las víctimas y los imputados. "El homicidio debió necesariamente responder al placer derivado de desahogar el instinto de matar sin motivo, o más bien por motivos banales, tales como probar el arma", indicó el magistrado en su fallo de procesamiento, donde también destacó que es "difícil encontrar calificativos para tamaño desprecio a la vida humana".
El caso
Los homicidios de Olivares y Yadón se produjeron el 9 de mayo, cuando salieron a hacer su caminata matutina habitual por la Plaza del Congreso. A las 6.50 de ese día, al pasar por segunda vez delante de un automóvil Volkswagen Vento que estaba estacionado, fueron atacados a balazos. Yadón cayó muerto en el lugar luego de recibir tres disparos, mientras que Olivares recibió un tiro que lo dejó herido de gravedad y murió a los tres días.
El hecho quedó grabado por cámaras de seguridad que fueron clave para identificar a Fernández -dueño del auto-, y Navarro Cádiz como los autores del hecho. La pistola marca Bersa Thunder calibre .40 con mira láser usada en el hecho fue secuestrada en la casa del acusado conocido como "Cebolla".
