El mundo Balcedo en La Plata es un grotesco del apriete y la corrupción que salpica para todos lados. Medios de comunicación -un diario, una revista política,una radio- y además un sindicato, el SOEME, que representa a los auxiliares de escuelas. Esa es la marea que sacó a flote a "Los Balcedo", que aparecieron como remadores en un círculo de poder al que siempre quisieron aspirar y... empezaron por el dinero.
"Los Balcedo" son una familia... "muy normal". TN.com.ar consultó a varias personas que prefirieron mantener en reserva su identidad para entender cómo construyeron poder, pero sobre todo consiguieron dinero en la ciudad de las diagonales. Don Antonio era el secretario general del SOEME, gran lector y astuto pensador. Su esposa, Myriam Chávez, conocida como Nené, tenía la voz cantante, era la chillona del clan. Ella vociferaba lo que Antonio pensaba y le agregaba su impronta. Con sus dos hijos, Marcelo, que cayó preso en Punta del Este, y Myriam, armaron un holding de medios que salió a enfrentar con todas las armas al grupo líder en la ciudad, El Día, de Raúl Kraiselburd.
Kraiselburd y Don Antonio eran socios en el diario El Día, pero a fines de los '80 se pelearon y entonces comenzó la gran aventura: fundar otro diario en La Plata. Ya lo habían intentado algunos; jamás sobrevivieron. El diario Hoy lo iba a lograr al precio que fuese necesario. Don Antonio mandó a sus hijos a Whashington. "La Myriam" y "El Marcelo" volvieron con un master en ingeniería de medios. Mientras, Don Antonio gestionaba, con el Banco Provincia y otro con el Banco de la Ciudad, créditos que después les costó devolver. Arrancaban los '90. Con los créditos, compraron la rotativa, acopiaron papel prensa, y con lo que les sobró, un chalet en Cariló.
Marcelo, de vuelta en La Plata, puso una radio mientras esperaba que saliera el diario. "La Red 92, cada día más", decían las locutoras y la radio se fue posicionando como la más escuchada de la región. Sí, "cada día más". Estaba todo listo para salir con el diario. Fue una guerra de Capuletos y Montescos. A los tradicionales puestos amarillos de venta de diarios, les crecieron como hongos puestos verdes. La puja llegó hasta la Corte de Justicia que falló a favor del diario Hoy: tener un circuito de venta independiente. Con ese paraguas, con el que buscaba garantizarse la sobrevivencia, el diario Hoy se parió asimismo en la ciudad de La Plata.
Marcelo era el director de la radio y Myriam, del diario. Entonces empezaron algunos recelos y rivalidades entre hermanos. Myriam casi fue presa por una deuda con la AFIP. Su mamá Nené la reemplazó en 2003 en la dirección del diario. Su hija quedó como directora de la revista La Tecla, un magazine político que tuvo su programa en la TV local. Nené decidió regalar "60 mil ejemplares" diarios para darle pelea a El Día. Ya no quedan puestos verdes, sólo canillitas que reparten el diario en los semáforos.
En esos reacomodamientos, también se fueron acomodando y peleando con los poderes de turnos. Del "anti" al "ultra". Hubo momentos en que las líneas editoriales no coincidían, eran una familia, al fin y al cabo. Desde la llegada de los Kirchner, el diario se abrazó al oficialismo hasta que la AFIP empezó a hurgar en los Balcedo. Ahí empezó una guerra con Ricardo Echegaray que se ganaba las tapas de casi todos los días. Pero, los reproches a los K se terminaron al menos en el plano político cuando Marcelo, ya como heredero de su padre muerto, hizo el año pasado un acuerdo con Unidad Ciudadana y colocó a la dirigente Susana Mariño en las listas que llevó como candidata a Cristina Kirchner. Con Scioli, la relación había empezado áspera, pero después marchó sobre rieles. Marcelo le mandó un oso gigante a la novia del exgobernador cuando fue mamá.
En octubre del año pasado, Nené, Myriam y Scioli rindieron un homenaje a Balcedo padre en la sede del PJ platense. Del primer piso, colgaban carteles que decían "Balcedo, conducción". Sí, antes de caer preso, Marcelo quería ser el nuevo presidente del peronismo platense. Ya tenía medios y sindicato. Iba por el partido político. Cada día más.
