La Justicia declaró prescripta y sobreseyó a los dos únicos acusados de haber robado 80 mil dólares a la Reserva Federal de los Estados Unidos, dinero que había llegado en contenedores al Aeropuerto Internacional de Ezeiza el 4 de octubre de 2007.
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El Banco de Nueva York había enviado un total de 299.200.00 millones de dólares para reforzar los fondos del Banco Central de la República Argentina. El préstamo se trasladó en un avión de American Airlines. Pero cuando aterrizó, se detectó que el contenedor N°2696 estaba violentado y faltaba plata.
Por el robo, fueron responsabilizados desde las primeras horas Rodolfo Tracuzzi y Flavio Sebastian Urquizo, dos empleados de Intercargo, la empresa que se encarga del traslado de equipajes y cargas, que operaban máquinas.
Una vez que las autoridades constataron que el contenedor había sido abierto, cerraron el aeropuerto y revisaron las instalaciones. Sin embargo, los dólares nunca aparecieron.
Desde entonces, la causa judicial avanzó a fuego lento. En 2008, la Justicia Federal de Lomas de Zamora dispuso que se elevara a juicio. Aunque se había fijado una fecha para 2014, el debate nunca arrancó, incluso teniendo en cuenta la escala penal del delito que prescribía en 2020. Ahora, un juez del Tribunal Oral Federal 2 de La Plata decidió sobreseer a los sospechosos, ya que consideró que los plazos habían vencido.
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El magistrado Alejandro Daniel Esmoris explicó que es una causa que "no reviste complejidad alguna" y que los acusados "siempre se han avenido a los llamados del tribunal sin desplegar una actitud oclusiva para el avance del proceso".
Aunque la plata nunca se encontró, en octubre de 2007 se iniciaron otros 12 expedientes a raíz de lo que la Justicia federal encontró en los armarios: equipos de electrónicas, cámaras de fotos, celulares, memorias y joyas.
En agosto de ese año, una nota de Telenoche Investiga había revelado la existencia de una mafia de abrevalijas en el Aeropuerto de Ezeiza. Por ese entonces, un "arrepentido", a través de una cámara oculta, mostró cómo empleados usaban los escáneres para ver el interior de los equipajes y elegir cuáles de ellos robar.
