Hace tres décadas la democracia asomaba. Raúl Alfonsín tomaba las riendas de la Argentina, en un país que salía de una feroz dictadura. El líder radical era el presidente, pero su poder dentro del sindicalismo, la Iglesia, y el todavía fuerte sector militar era casi nulo. Al mismo tiempo que el entonces mandatario transitaba su administración hubo un dirigente gremial que se mostró contrario a las políticas que intentaba aplicar el Gobierno. Saúl Ubaldini, jefe de la CGT en los '80, hizo 13 paros generales en seis años. En una entrevista en TN, el hijo del sindicalista dijo que su padre "hubiera trabajado" durante la huelga que hubo hoy contra la administración de Mauricio Macri.
"Es una CGT que está fracturada en tres partes que no tiene una conducción única. Hay que unificarla con un secretario, no con tres ideas distintas. Esto le hace mal al movimiento obrero. Hoy nos ganaron la calle. Mi papá estaría trabajando para sacar el país adelante", criticó Saúl Ubaldini hijo, en un reportaje con Nelson Castro.
El joven dirigente del partido FE, que conduce el secretario general de la UATRE Gerónimo Venegas, destacó que la rivalidad que tenía su padre con el entonces mandatario era diferente a lo que se respira hoy.
"Eran adversarios políticos, no enemigos. A pesar de los paros que hubo, nunca se cortó el diálogo", comentó. Ubaldini hijo también hizo una referencia a lo que se decían ambos: Alfonsín lo llamaba "mantequita" y "llorón", porque Ubaldini siempre se emocionaba, y el exsecretario del gremio de los Cerveceros le reprochaba que "llorar es un sentimiento, pero mentir es un pecado".
Para el hijo de Ubaldini "hoy no es momento de piquetes sino de diálogo". "Creo que no es un paro legítimo. Había un alto porcentaje de trabajadores que querían asistir a su trabajo", sintetizó.
