"Estoy angustiado, dolido, decepcionado. Pensé que iba a ser absuelto porque soy inocente. Hice todo lo posible: frené el equipo y el equipo no respondió. ¿Por qué el equipo no frenó? ¿Por qué no frenó, cuando yo frené a una distancia prudencial?", planteó Marcos Córdoba.
El maquinista conducía el tren de la tragedia de Once, que se estrelló en la estación el 22 de febrero de 2012, y que provocó la muerte de 51 personas y heridas en otras 789.
Córdoba, en diálogo con el diario Tiempo Argentino, tras ser condenado a tres años y medio de prisión, más siete de inhabilitación, remarcó: "Lo que no se me va a borrar nunca más son los gritos de la gente, los estallidos, cuando cortaban los fierros".
"La herida superficial se va, pero la que te queda siempre es la que tenés en el corazón y en la cabeza. Eso no te lo borra nadie".
El maquinista del Chapa 16, que impactó contra el paragolpes de la estación de Once el 22 de febrero de 2012, aseguró que no sabe quiénes fueron los responsables de la tragedia, pero resaltó: "Lo único que sé es que soy inocente porque hice todo lo posible para frenar ese equipo".
Córdoba, de 29 años, admitió que tiene "miedo" de ir preso. "Sí. A cualquier persona inocente le da miedo. Una persona trabajadora, que se levanta todas las mañanas para ir a trabajar y de repente agarran tu vida y te dicen que sos culpable y que te pueden dar tres años y seis meses... Obvio que da miedo. Miedo, dolor", afirmó.
El martes, el Tribunal Oral Federal N° 2 condenó a 21 responsables de la tragedia, entre ellos a los exsecretarios de Transporte kirchneristas Juan Pablo Schiavi (8 años) y Ricardo Jaime (6 años), como también al empresario Sergio Cirigliano (9 años).
