La Ciudad tendrá una verdadera "prueba de fuego" con el operativo de seguridad por la marcha que Camioneros realizará el próximo 21 de febrero. El Gobierno porteño estará a cargo de la custodia de la protesta, luego de la controversia por el ataque a piedrazos contra la Policía de la Ciudad frente al Congreso a mediados de diciembre pasado durante el tratamiento de la reforma previsional en Diputados.
Según pudo saber TN.com.ar, en segundo plano estarán las fuerzas federales, que custodiarán puentes y autopistas. Para eso, se destinarán a 1500 agentes para controlar los puntos de acceso a la Ciudad y dar apoyo al operativo principal.
En ese sentido, hubo una reunión en el ministerio de Seguridad porteño para definir los detalles de entorno a la movilización. En el encuentro participaron el secretario de Seguridad Marcelo D'Alessandro, además de emisarios de los gremios Camioneros, La Bancaria y las dos CTA. También hubo representantes de organizaciones sociales como Barrios de Pie, Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y Corriente Clasista y Combativa (CCC), además del defensor del Pueblo de la Ciudad Alejandro Amor.
Entre otras cosas, se definió que el escenario central estará en el cruce de la avenida Belgrano y 9 de Julio, que habrá cuatro drones sobrevolando la marcha y que se intentará que el Metrobús siga funcionando. Este último punto, sin embargo, dudan que se pueda lograr, ya que se proyecta que 200 mil personas se concentrarán.
La protesta es seguida de cerca por el Gobierno, no solo por cuestiones políticas -se producirá en el momento de mayor tensión con Camioneros- sino también por los eventuales incidentes. La movilización se desarrollará en pleno avance de causas que involucran a los Moyano por delitos como lavado de dinero, asociación ilícita y fraude.
Sobrevuela el fantasma de los sucesos de la marcha de la CGT de agosto pasado, que terminó con el palco tomado por trabajadores críticos de la cúpula de la central obrera.
También enfrentadas con el Gobierno, desde las agrupaciones sociales anticiparon que no deberían producirse ningún tipo de inconvenientes. "No hay motivo para que haya ningún hecho que no lleve a una movilización en paz", dijo el coordinador de Barrios de Pie Daniel Menéndez.
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Aunque el secretario adjunto de Camioneros Pablo Moyano volvió a calentar la previa y habló sobre posibles "infiltrados" en la marcha. "Va a ser una movilización multitudinaria, de trabajadores y creo que eso es lo que le preocupa al Gobierno", dijo el sindicalista en una entrevista con Radio 10. "En nuestra organización tenemos cientos de marchas y nunca hubo un problema. Hacemos responsable al gobierno nacional si hay infiltrados o incidentes", advirtió el gremialista.
En esta línea, Menéndez hizo fuertes acusaciones a la Casa Rosada: "Ojalá el Gobierno no intervenga con Policía de civil infiltrada generando disturbios. Hay mucha gente de inteligencia que se infiltran cuando terminan las movilizaciones como parte de manifestantes y rompen como si fueran manifestantes eso ha sucedido en las últimas manifestaciones", afirmó.
En la previa, Moyano coordinó las acciones con el resto de los gremios y movimientos sociales para "alinear la tropa" y evitar inconvenientes, en especial con los sectores más combativos. Entre ellos el delegado de Unión Ferroviaria, Rubén "Pollo" Sobrero, que funciona como interlocutor entre Camioneros y la izquierda, de acciones mucho más radicalizadas que el resto del gremialismo.