A casi tres años de la muerte de Alberto Nisman, la Justicia espera encontrar indicios en correos electrónicos del fiscal que investigó el atentado a la AMIA y en nuevos estudios en conversaciones telefónicas. El objetivo es tratar de dar con los responsables del homicidio, como lo considera la Justicia a partir del peritaje de Gendarmería, que determinó que a Nisman lo asesinaron.
El cuerpo del fiscal fue encontrado sin vida con un tiro en la cabeza el 18 de enero de 2015 en el baño de su departamento en Puerto Madero, a poco de haber denunciado a Cristina Kirchner y a funcionarios allegados por presunto encubrimiento a los iraníes acusados por el atentado a la AMIA, a partir de la firma del Memorando con ese país.
Así fue la reconstrucción de la muerte de Nisman
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Estados Unidos le habilitó a la Justicia el contenido de algunos de los mails de Nisman y el fiscal federal Eduardo Taiano espera la respuesta del FBI para saber cuál es el criterio tomado determinar cuáles son los mensajes cuyos contenidos les transmitirían. Ya que no pudieran acceder a la orden judicial que consigna esta modalidad.
Hasta el momento, los investigadores saben que Nisman casi no usaba su cuenta de Hotmail, pero sí la de Yahoo. Entre el contenido revelado a la Justicia, hay mensajes con amenazas que ya estaban en la causa y archivos que podrían contener virus informático.
Además, previo a la feria de enero el juez federal Julián Ercolini pidió que se consulte al organismo responsable de las escuchas judiciales si entre diciembre de 2014 y febrero de 2015 hubo intervenciones a números de Nisman, del perito informático Diego Lagomarsino y de los custodios que debían proteger al fiscal, todos procesados en esta causa.
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Al término de la feria, en febrero, se vence el plazo que tienen las partes para decidir si apelan el procesamiento de Lagomarsino como "partícipe necesario del homicidio de Nisman agravado por el uso de armas", además de los custodios, por "incumplimiento de los deberes de funcionario público".
Taiano espera los resultados de una ampliación del estudio de la "explosión de llamadas" entre espías, exespías y exfuncionarios del kirchnerismo el fin de semana en el que murió Nisman, antes y después de la muerte del hecho. Se prevé que las conclusiones del análisis estarán listas dentro de varios meses, indica La Nación.
Los exjerárquicos de Inteligencia Antonio Stiuso, Alberto Mazzino y Fernando Pocino, el exjefe del Ejército César Milani y el exsegundo del organismo Juan Martín Mena son los principales identificados en estas conversaciones. Hasta el momento los investigadores no tuvieron ningún detalle clave para la causa, a partir de lo analizado en las conversaciones.
La declaración del misterioso canillita
El mes pasado, además, apareció y se presentó a declarar como testigo el misterioso dueño de un puesto de diarios ubicado cerca de las torres Le Parc, que generó sospechas por haber cerrado el día posterior a la muerte del fiscal, y que los vecinos no vieron por al menos seis meses.
El kiosquero aseguró que era el dueño del puesto de diarios de la esquina de Aimé Paine y Azucena Villaflor, en Puerto Madero. En su declaración ante Taiano el hombre dijo que no conocía a Nisman pero luego dijo que que le vendía diarios y que se acordaba del piso en el que vivía.
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Sobre su misteriosa desaparición declaró que se fundió porque le sacaron las suscripciones de los diarios. Después mencionó que nunca tuvo suscripciones y que vendía muy poco.
Declaró también que se presentó en la Justicia ante el temor de perder su nuevo trabajo como empleado de mantenimiento del Ministerio de Modernización. El relato del canillita generó dudas porque su testimonio tuvo muchas contradicciones. Por eso, la Justicia le secuestró el teléfono y lo seguirá investigando.
