Luego de visitar una estación de bombeo del Arroyo Pergamino y en plena campaña electoral, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal estuvo este miércoles A dos voces. La funcionaria, que busca ser reelecta, le bajó el tono a los cruces que había protagonizado durante los últimos días con referentes de la oposición.
"Tenemos que definir qué es campaña sucia y qué es un insulto. Decirle a alguien que es de La Cámpora no es insultarlo. Ellos mismos la crearon y la sostienen", aseguró, en respuesta a las críticas que recibió cuando dijo que si ganaba Kicillof en la Provincia iba a gobernar esa agrupación política.
La semana pasada Máximo Kirchner le había reclamado "que deje la campaña sucia", a lo que Vidal contestó: "En todo caso la gente define si el modelo de La Cámpora es el que quiere para que gobierne". Y agregó: "Decir cómo fue el pasado en la provincia de Buenos Aires no es hacer campaña sucia".
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"No creo en la campaña del miedo. Creo que se están discutiendo dos modelos muy distintos. Es importante entre tanto discurso hablar de hechos y de futuro. Cada uno se tiene que hacer cargo de sus errores y aciertos", dijo la Gobernadora en su visita a TN.
Este martes Vidal participó del acto de inauguración del Metrobus en San Martín junto al intendente local y el presidente Mauricio Macri. Mientras ella hablaba, desde atrás Gabriel Katopodis gesticulaba en forma negativa. Al ser consultada por esa situación, respondió: "Tengo una relación muy buena con él y eso no va a cambiar por una elección".
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Con vistas a las PASO que se desarrollarán el domingo 11 de agosto aseguró que en "el cuarto oscuro el bonaerense es el que decide" y negó que desde su espacio se aliente a cortar boleta: "Me siento parte de un proyecto de boleta completa. Somos un equipo y apuesto a eso. A la provincia le va a ir mejor si gana Macri".
A la hora de hacer autocrítica, Vidal mencionó que la "pobreza es una deuda de la democracia" y que no los "conforma el índice de la inflación" que publicó el Indec este martes.
