El embajador argentino ante el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, dijo que "el gobierno argentino no va a dar una opinión sobre quién debe ser el próximo Papa”. Así respondió el funcionario ante la pregunta de cómo le caería a la Casa Rosada que Jorge Bergoglio sea uno de los posibles sucesores.
¿Usted tiene diálogo con Bergoglio?, le preguntaron a Cafiero en radio Mitre. "No, no. Cuando fui nombrado hice una visita para escuchar las impresiones de él sobre lo que significa esta misión en Roma, después yo no tengo contacto. Mi representación es del gobierno argentino y trato de no involucrarme en absoluto en las cuestiones de la Iglesia, ni ser vocero de la Iglesia, yo tengo que tener un equilibrio ahí", respondió.
Bergoglio, crítico del Gobierno, fue segundo en la votación de 2005. Otro de los argentinos con posibilidades es Leonardo Sandri.
"La Argentina hoy tiene una buena relación con la Santa sede, no estamos en un momento complejo. Cuando yo llegué era más complejo", dijo.
Ante la pregunta de si "la Presidenta se había comunicado con él para ver cómo se vivió esta renuncia, señaló: "La Presidenta debe estar siguiendo estos acontecimientos como todos los líderes del mundo que se sienten cercanos a los pasos que da la Iglesia Católica y seguramente lo sigue a través de la Cancillería y la Secretaría de Culto con quienes nosotros mantenemos contacto".
Sobre la sorpresa que causó la noticia, compartió: "Nosotros acá no teníamos para nada la percepción como hipótesis de este desenlace. Habíamos estado con el Papa hace 1 mes cuando fue el mensaje que el dio a todos los Embajadores. En ese momento tuvo una serie de referencias a los países donde la libertad está condicionada, donde hay violencia, se refirió a las zonas donde hay hambre, por supuesto no hubo más que un plano de amplia coincidencia. Lo saludé y lo noté con el desgaste propio de una persona que trabaja las 24 horas".
