El financista de Néstor Kirchner confesó ante la justicia, en la causa por los cuadernos de las coimas, que recaudó sobornos de empresarios de la construcción y de los peajes para la campaña presidencial K de 2015. Ernesto Clarens mencionó a los hombres de negocios que hicieron pagos ilegales y dijo que todo estos fondos iban a parar al exsecretario K de Obras Públicas José López, que le decía que la plata iría al secretario privado del expresidente, Daniel Muñoz, que murió en 2016.
Las revelaciones de Clarens se conocen a poco de que exsecretario de Hacienda de Santa Cruz Juan Manuel Campillo se transformase en el nuevo arrepentido de la causa. Como anticipó TN.com.ar Campillo, exesposo del reconocido diseñador Carlos Di Doménico, era investigado por supuesto lavado de dinero en otro expediente. Varios involucrados en el caso lo mencionaron como una parte importante de la estructura del cobro de coimas, sobre todo, de la salida del dinero al exterior.
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Clarens es uno de los arrepentidos en la causa y declaró en una ampliación de la indagatoria ante el fiscal federal Carlos Stornelli. Confesó que recaudó fondos ilegales para la campaña de la fórmula Daniel Scioli - Carlos Zannini y que se trataba de "aportes para la política, aunque en algunos casos existen sumas de dinero que llaman la atención por su número, que no es redondo, que podría devenir de pagos efectuados por la dirección Nacional de Vialidad a empresarios".
Explicó en su declaración del pasado 18 de diciembre que luego de que los empresarios recibían los pagos de organismos públicos "posteriormente entregaban un porcentaje como aporte, tal como pareciera advertirse en el caso de Panedile", una de las empresas constructoras por las que está procesado el empresario Hugo Alberto Dragonetti.
El arrepentido declaró que le entregaron las coimas a él en las fechas que figuran en la planilla que entregó a la justicia y mencionó los casos de las constructoras CPC, de Cristóbal López, y Vialco. Explicó que los fondos detallados en la planilla -que le entregó al fiscal Stornelli- "se destinaron a tales campañas políticas, gastos de la política en general, para pagar los micros y el traslado de las personas pero también para ayudar a la firma Gotti", indicó.
Consultado sobre los empresarios con los que se reunía en su oficina de Puerto Madero para recibir los pagos, detalló: "Por Roggio, con un gerente financiero de apellido Scuncia; por Cartellone, también con Kot además de Biagini; por JCR, con Juan Carlos Relats (quen le alquiló el hotel Los Sauces a los Kirchner) y también con su gerente financiero, Benodol".
"Por IECSA con Sánchez Caballero, Altieri y también Calcaterra (el primo del presidente Mauricio Macri); por Rovella Carranza con Mario Rovella; por Esuco, con Coppola; por Perales Aguiar con Perales quien era una especie de coordinador de la camarita, todos los respetaban mucho pero su empresa únicamente pagó 30 mil dólares", afirmó, de acuerdo a la declaración a la que accedió Clarín.
Clarens volvió a declarar que el sobreprecio promedio de las obras era del 20%. Explicó que la mitad era para "el retorno" y que el resto era por "el costo de generar dinero negro para esa entrega dineraria".
En su declaración a mediados de septiembre pasado ante el juez federal Claudio Bonadio había revelado cómo era el sistema de licitación de las obras públicas durante la gestión kirchnerista y el mecanismo para decidir los sobreprecios.
Reconoció que era el encargado de recaudar fondos ilícitos por coimas de parte de las compañías que integran la Cámara de Vialidad Nacional, dijo que las empresas "compraban los pliegos" de las obras y que todos los "interesados" eran convocados a la sede de ese organismo, donde se direccionaban los contratos.