Alberto Fernández rechazó una serie de pedidos y recomendaciones de la Oficina Anticorrupción, el organismo que debe prevenir irregularidades en la función pública e impulsar políticas de transparencia. El Presidente se negó a comunicar quiénes fueron sus clientes en los tres años anteriores a asumir a cargo del Ejecutivo.
El rechazo del Presidente fue en respuesta a una solicitud del organismo por el período en que Fernández trabajó como abogado y consultor. El ente le solicitó que informara sobre las personas para las que trabajó que hayan sido concesionarias o proveedoras del Estado o que se dediquen a rubros regulados por el Estado.
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El dictamen es el 19 de febrero y fue firmado por el titular del organismo Félix Crous. En el documento el funcionario le recomendó que renunciara como presidente de la empresa Inmueble Callao 1960 SA y que se tomara licencia como profesor en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El organismo le comunicó a Fernández que no puede ejercer dos cargos de manera simultánea, aunque el Presidente desestimó este pedido y sigue como profesor en la Facultad de Derecho de la universidad pública.
El dictamen surgió a partir de un pedido de diputados de la Coalición Cívica, después de que Fernández dijera que en su actividad privada tuvo relación con empresas del Grupo Indalo de Cristóbal López. El empresario estuvo en la jura de ministros en diciembre pasado.
Las compañías de López podrían ser beneficiadas por la ampliación de la moratoria impositiva. Ya que la petrolera Oil Combustibles tiene una millonaria deuda con la AFIP por la falta de pago del Impuesto a los Combustibles (ITC).
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En el dictamen la OA al que accedió La Nación se le pidió al Presidente que suministre mayor información sobre su actividad previa que la presentada antes de asumir en el Ejecutivo. El mandatario rechazó la solicitud con una nota enviada el 16 de marzo: “No advierto haber incumplido normativa alguna que me obligue a exteriorizar otra información que la oportunamente suministrada”, a la institución, respondió.
En 2008 Fernández, después de renunciar como jefe de Gabinete, volvió a abrir su estudio jurídico y consultora junto a Marcela Losardo, estrecha colaboradora a la que conoce desde hace décadas y que actualmente es ministra de Justicia.
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El vínculo con López se conoció a partir de uno de los informes judiciales por el caso Oil Combustibles en el que apareció una factura por “asesoramiento en materia penal” del empresario K y su socio Fabián de Sousa, emitida por Fernández en 2017 como parte de su trabajo en la actividad privada. El Presidente aseguró que la factura fue anulada antes de cobrarse.
En una entrevista a Lanata Sin Filtro Fernández en 2018 explicó que asesoró a una compañía de López, pero negó que tuviera vínculo con la petrolera. “Es cierto que, por el desorden administrativo que el Grupo Indalo tiene, una factura que debió haber ido a otra de las empresas del Grupo, que es cliente de la consultora mía desde hace mucho tiempo, terminó en Oil”, explicó.
En el dictamen, la OA le recordó a Fernández que está prohibido que por el artículo 92 de la Constitución que trabaje como profesor y además como presidente del directorio de Inmueble Callao 1960 SA, ya que el cargo de jefe de Estado requiere “dedicación exclusiva”.
Fernández respondió: “En lo que respecta a mi condición de presidente del directorio de Inmueble Callao 1960 hago saber que no tiene operación comercial alguna desde mucho tiempo antes de mi asunción como Presidente y así continuó hasta el día de la fecha”.
Explicó que la sociedad “solo posee un inmueble de su propiedad y no opera comercialmente” y que su condición de titular no le exige “realizar ninguna operación comercial, ni de ninguna índole, por lo cual en modo alguno será pasible de quedar incurso en un conflicto de intereses”. La sociedad no registra actividad comercial en la última década.
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En cuanto a su actividad como docente universitario Fernández argumentó que no pidió licencia porque renunció a ese sueldo cuando asumió la presidencia. Dijo que cumple con esta función de manera “esporádica” y que seguirá cumpliendo la actividad, en la nota que le envió a la OA.
El Presidente destacó “la importancia de continuar participando en un claustro académico, lo que permite, además de transmitir conocimientos y experiencias, tomar contacto directo con las vivencias de los estudiantes, sus reflexiones, sus inquietudes y sus cuestionamientos”.
Consideró que el hecho de mantener esta actividad representa “un insumo de gran importancia para quien, como el suscripto, tiene a su cargo el gobierno de un país por mandato popular”.