El caos del que emergió Javier Milei dejó al sistema político de la provincia de Buenos Aires a tientas, buscando el equilibrio de Nash típico de la teoría de juegos en “el dilema del prisionero”.
Dos prisioneros son interrogados por separado. Confesar o mentir es la opción, con combinaciones de penas más duras según la decisión. Si ninguno confiesa, ambos reciben dos años de cárcel. Si uno confiesa y el otro no, el que confiesa sale libre. Si los dos confiesan, son condenados a tres años. La lógica indicaría que la mejor opción es la pena de dos años: “ninguno confiesa”. Pero si uno confiesa y el otro no, mejora la perspectiva: uno puede quedar en libertad si el otro no confiesa. Por eso el equilibrio de Nash está en “los dos confiesan”.
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El modelo busca demostrar que persiguiendo el beneficio propio, dos personas pueden no cooperar, pese a que hacerlo sería mejor para las dos partes.

El peronismo bonaerense persigue la unidad como un perro olfatea a la deriva. El desafío público de Axel Kicillof a Cristina Kirchner tendrá consecuencias. El Gobernador adelantó las elecciones provinciales para el 7 de septiembre -como anticipó TN en exclusiva- y desató la furia kirchnerista. Ahora todos declaman unidad. Pero, Máximo Kirchner vela las armas para arremeter con la concurrencia en la Legislatura, para que las elecciones -provinciales y nacionales- sean el 26 de octubre, como quiere CFK para que el aparato del PJ la milite como diputada nacional.
“Ley mata decreto” es el grito de guerra de Facundo Tignanelli, presidente del bloque UxP, que quiere agregarle la fecha del 26/10 al proyecto de suspensión de las PASO de Rubén Eslaiman (FR). En el Senado, la cristinista Teresa García impulsa un proyecto similar. Cada uno con su librito. Los Kirchner agitan el artículo 83 de la Constitución. Kicillof, el 144.
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Ni Cristina ni Máximo agachan la cabeza mansamente ante la jugada de Kicillof. Buscarán convocar a elecciones por ley, patear la definición en la Justicia y ganar tiempo para que -vencidos los plazos del cronograma electoral del Gobernador- las elecciones decanten en octubre. Esa es la amenaza de Cristina Kirchner. También será candidata a diputada provincial por la tercera sección electoral.
“Ellos quieren aprobar el proyecto de Teresa (García) o meterle concurrencia al de Eslaiman. Nosotros pedimos la suspensión de las PASO”, dicen cerca del Gobernador. La suspicacia es por qué envió el proyecto para voltear las primarias al Senado, donde está en extrema minoría. Nadie quiere quedar pegado a un gastadero de fondos públicos en la era de “no hay plata”.
“Algunos quieren las PASO para dirimir las internas en los distritos. Otros creen que las PASO sería el acabose para el peronismo. Va a ser a matar o morir”, advierte un histórico del PJ. Llegaron a pensar como opción que las primarias no sean obligatorias.
Kicillof quiere armar un frente electoral para defenderse de la lapicera de Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense. “La Cámpora maneja todo: la junta electoral, los avales, la logística, todo”, lamenta el kicillofismo. Con un frente, el Gobernador tendría injerencia en el comando electoral partidario.

Hay otro desafío. Al ser elecciones provinciales, la custodia de las urnas corresponde a la Policía bonaerense. “Te imaginás al ministro de Seguridad (Javier Alonso) que responde a Cristina como el guardián de las urnas. Una locura”, dicen en La Plata. ¿Por eso Carlos Bianco fue a la Casa Rosada para pedir a la Nación que ceda el comando electoral con las fuerzas federales? Patricia Bullrich siempre lista como aliada contra los K.
Hasta ahora el escenario más firme como anticipó TN es: PASO, el 13 de julio; elecciones provinciales, el 7 de septiembre, y elecciones nacionales, el 26 de octubre. “Va a haber acuerdo por las listas. Se ordenó siempre. Se va a ordenar nuevamente. Lugares sí vamos a pedir, pero la unidad no se va a romper por eso. No, de nuestra parte, al menos”, dicen en la Gobernación.
Sergio Massa cree que indefectiblemente habrá PASO. “No hay manos para ninguna reforma. Ni tampoco acuerdo para llegar a un sistema de selección de candidatos alternativo”, señalan en el Frente Renovador.
Las fechas clave para las PASO del 13 de julio son el 14 de mayo, con la inscripción de alianzas, y el 24, con el cierre de listas. Será un tsunami para el peronismo, pero también para la oposición bonaerense.
“El 14 se va a armar un quilombo”, admiten en el PRO provincial. Ese día será la oficialización del acuerdo entre los Milei -Javier y la hermana de hierro Karina- con Cristian Ritondo, pese a Mauricio Macri. Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro son los primeros de una fila de dirigentes violeta amarelo que irán en las listas de La Libertad Avanza.
“Los primos Macri hicieron lo que se les cantó en la Ciudad y no nos preguntaron nada. Adelantaron la elección y ni siquiera tenían un candidato fuerte. Cristian como presidente del PRO bonaerense va a tomar la mejor decisión para el partido”, dice un ladero.
Ya la tomó: el PRO bonaerense va a adherir a la lista de La Libertad Avanza. “Es lo mismo que hicimos en 2013 con el Frente Renovador. Con la diferencia de que Massa nos escondía, no quería que fuéramos a los actos ni sacarse fotos con nosotros. Ahora, Karina nos recibe en la Rosada. Es bien distinto”, comparan. El detalle: LLA y el PRO bonaerense sellarán el matrimonio electoral cuatro días antes de las decisivas elecciones en CABA -18 de mayo-, cuando los Milei quieren desterrar a los Macri.
“Si no acordamos con los libertarios en la Provincia, desaparecemos”, dicen cerca de Ritondo y apuntan: “Mauricio tiene que entender. Ya le pasó con Carla Porta, que se sacó una foto con él en la quinta de Triaca y después cerró con La Libertad Avanza de Tucumán”. El martes, Karina Milei, Martín Menem y Lisandro Catalán desembarcarán en la provincia de Osvaldo Jaldo. Catalán quiere suceder al caudillo peronista.

El cronograma electoral de 2025 está maldito. Hay otra fecha que incomoda. El 19 de julio arranca el escrutinio definitivo de las PASO, con un plazo de 48 horas, para cumplir con el cronograma de las elecciones del 7 de septiembre, que exige un abanico de 50 días para la presentación de listas. Entre el 21 de julio (el 19 de julio más las 48 horas) y el 7 de septiembre hay exactamente 50 días. “Es imposible, si la pelea va a ser feroz como suponemos, con dos días de recuento de votos no alcanza. Las elecciones deberían ser el 14 en vez del 7 de septiembre”, dice un massista.
Mientras la causa Vialidad boya en la Corte, Cristina Kirchner bracea el quorum que mostró como dientes apretados en Diputados. En el Senado, está sobrada. Con Kicillof no habla. Hace un mes le mandó decir, con Teresa García, que su interlocutor es Máximo. Difícil encontrar el equilibrio de Nash: CFK, Kicillof y Massa quieren ser candidatos a presidente en 2027.
El 22 de abril, Milei aterrizará en PBA. Será la figura del cierre del congreso de LLA bonaerense en La Plata. También tiene planeado un acto con Manuel Adorni para la parada porteña.
El Presidente quiere scrollear los últimos reveses: la turbulencia de los mercados que mece su amigo Donald Trump, el rechazo a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte y la creación de la Comisión Investigadora sobre $Libra, que incomoda tanto a la hermana de hierro.
El acuerdo con el FMI es ahora la balsa hacia octubre. De vida o muerte: evitar que una devaluación, después del nuevo régimen cambiario de bandas y el fin del cepo desde el lunes, descontrole la inflación a raya, el capital político de Milei. Naufragio o atraco es el dilema del prisionero.