Diego Santilli y Cristian Ritondo estaban hace cuarenta minutos sentados conversando en la mesa rectangular del despacho de Karina Milei -donde históricamente funcionó la jefatura de Gabinete-, cuando apareció el Presidente. Se sentó en el asiento que encontró libre entre el asesor Lule Menem y el operador bonaerense, Sebastián Pareja. Karina estaba en la cabecera. Los referentes del PRO habían ido a la reunión con la promesa de un encuentro con Javier Milei, pero cuando empezó la charla, les costaba escucharse por los ladridos de Thor, el perro Boyero de Berna que adoptó la hermana del Presidente y que ocupa una oficina complementaria de Jefatura que está a un lado de la recepción. Ritondo empatizó comparando a las mascotas con los hijos, y sucedió entonces una media hora insólita: ansiosos por definiciones políticas, los dos legisladores estuvieron treinta minutos escuchando al Presidente hablar de sus propios perros, los que viven en la Quinta de Olivos. Hasta hubo espacio para el recuerdo de Conan.
Cuando se pudo, Santilli llevó las preguntas hacia la realidad: la marcha del miércoles, la economía. Milei estaba calmo y expansivo. Durante casi una hora, se mostró envalentonado con la política que aplicaron en la calle durante la marcha del miércoles donde terminó agonizando un fotógrafo. Lejos de admitir excesos, dijo: “Vayan a preguntarle a la gente si están de acuerdo o no con lo que hicimos”. Le dedicó un largo rato a la inflación. Reconoció que febrero fue complicado por la carne y marzo por los útiles escolares. “Hubo varios factores que este mes complicaron todo también en política. Nos queda ahora la marcha del 24 de marzo y después vendrá un abril mucho mejor”. Dijo estar seguro de que en mayo la inflación será del 1,5 y que llegarán a las elecciones con un valor menor a uno. Dio cifras de crecimiento económico que según sus estimaciones son del 4 o 5% en el primer trimestre y mejorarán en el segundo. “Si no cometemos errores nosotros, vamos a llegar perfecto a las elecciones”, les dijo.

Ritondo y Santilli son dos referentes que es posible que a esta hora se sientan mucho más cómodos con el Presidente que en el PRO. Si nunca llega la “integración” entre LLA y el macrismo, es más que posible que Santilli quede del lado de los libertarios. A pesar de la expectativa, no se llevaron detalles de ningún acuerdo. El Presidente sólo les dijo antes de irse: “Tenemos que ganarle al populismo en la provincia de Buenos Aires”.
¿Bullrich en Ciudad?
Mauricio Macri volvió ayer a la madrugada de la Universidad de Bologna. Ya estaba fastidioso por el tráfico porteño tan contrario a la calma de caminar hasta la Facultad italiana para dar clases. El jueves llamó a Ritondo para más detalles sobre lo que pasó el lunes. Lo que escuchó sólo lo dejó más intranquilo. Aunque el tiempo avance, su desconcierto con el Gobierno se mantiene intacto. “Todo el círculo rojo pide una alianza y ellos sólo nos destratan”, suele decir. Vé a los líderes libertarios como referentes de otra especie. Muchas veces no logra entender su lógica. “No se dan cuenta que están como nosotros en el 2018″.
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Entre hoy y el viernes que viene, tiene que tomar la decisión más difícil de todas: ¿a quién juega en Ciudad? María Eugenia Vidal no quiere y él no está seguro de presionarla. Supo que los libertarios se divierten con la idea de reeditar una pelea interna como la de Larreta y Bullrich pero esta vez entre Larreta y Vidal, dos personas que son profundamente amigas.
El PRO jugará su marca como campaña en las elecciones porteñas, venderá equipo: Ni Karina ni el Kirchnerismo será su concepto. Vuelve el amarillo. A esta hora hay negociaciones subterráneas frenéticas buscando que Ramiro Marra se presente a legislador. Buscan que el daño que la candidatura de Larreta le hace al PRO, se replique en Marra con la Libertad Avanza. Los rumores sobre toda esa movida son impublicables. “En este pantano nos vamos a embarrar todos”, admite una de las personas que comanda la campaña del oficialismo porteño. Son todas noticias felices para Leandro Santoro, que mira las encuestas lleno de ilusión.
Hay, mientras tanto, una jugada muy osada que está pensando LLA: ¿Y si ponen a Patricia Bullrich? La ministra por supuesto no quiere. Hay una puja por el asunto de las candidaturas testimoniales en la cúpula del poder porque tienen muy pocas figuras. Karina asegura que si en Ciudad no es Adorni, tiene resuelta una sorpresa. El próximo viernes se revelarán todos los secretos cuando venza el plazo para presentar candidatos.
Lo que va a pasar en la Provincia de Buenos Aires
La legislatura de la provincia de Buenos Aires suspenderá las PASO la próxima semana si no sucede nada exorbitante. Fue casi un paso de comedia lo que pasó este jueves cuando Agustín Romo propuso tratar su proyecto de eliminación de las primarias provinciales. La coreografía planteada preveía que Romo intentaría esta movida sabiendo que no iba a conseguir quorum, algo que sí sucedería la próxima semana con la sesión pedida por el Frente Renovador. En algún momento, alguién tentó a los kicillofistas con bajar y dar número para que la sesión de Romo se haga y se suspendan las PASO. Increíblemente bajaron sus legisladores pero no los suficientes para lograr que haya sesión, dejando así una fractura expuesta. El agua no llegará al río. Salvo el radicalismo, ningún sector político está interesado en que se hagan las primarias, ni siquiera dentro de la salvaje interna peronista.
Hay tiempo hasta el 5 de mayo para definir la verdadera discusión de fondo entre Kicillof, CFK y Massa: si se desdoblan o no las elecciones y cuándo se harían en caso de que las separen de los comicios nacionales.

Se están dando simultáneamente infinitas negociaciones y disputas electorales. Un acto de adrenalina típica de los años impares en un país donde hay temas estructurales por resolver, cada vez más profundos, más comprometedores.
Un juez narco que sigue siendo un juez
Este es un país donde, por ejemplo, un juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, tiene tres causas penales abiertas por sus vínculos con el narcotráfico, un delito al que tiene la obligación de combatir. Bailaque está acusado de compartir contador con el narco santafesino Esteban Alvarado (además de emplear al hijo de ese profesional en su juzgado); de encubrir la investigación contra ese mismo traficante; y de armar causas penales en connivencia con la AFIP para extorsionar gente. Sí. Eso, que parece de Netflix, en Rosario es verdad. Una ciudad intoxicada de narcocriminalidad y de los negocios y la plata negra que ese rubro produce, hizo suponer siempre que había connivencia y complicidades de todo orden para que se desarrolle a esa escala y velocidad. Se llegó muchas veces muy lejos en la tarea de encontrar policías involucrados, financieras colaborando con el lavado de ese dinero. ¿Existe la posibilidad de que esto prospere sin la complicidad de algunos funcionarios judiciales? Si alguien dudaba, se confirmó el martes de modo cinematográfico: a la una de la tarde, llegó Carlos Andrés Vaudagna -ex director de la AFIP (ahora ARCA) en Rosario y Santa Fe-, a la oficina de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) en la calle Perón 949. Vaudagna, un profesional de carrera del organismo recaudador, se sentó a la cabecera de una mesa rectangular junto a su abogado y firmó un acuerdo como arrepentido para colaborar en media docena de investigaciones en las que estuvo involucrado, no como sabueso, sino como delincuente. Cada una de sus palabras fue grabada para ser usada como prueba.
Fueron siete horas de confesiones deteniéndose solo para tomar agua. No aceptó ni un café, mucho menos comer algo. Dicen que estaba nervioso pero la audiencia terminó a la noche y él habló sin parar. Lo escuchaban además del titular de la PROCELAC, el fiscal antidrogas, Diego Iglesias y representantes de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, junto a otros fiscales de las causas santafesinas. Reconoció haberse enriquecido exponencialmente desde 2015 hasta que lo descubrieron, el año pasado. Detalló y confirmó cada uno de los hechos que le expusieron. El desarrollo de las causas penales que lo involucran revela una trama de negocios y delitos que abarcan a dueños de medios, financieras, ex directivos de Vicentin y, claro, al juez Bailaque. Admitió Vaudagna que junto al magistrado organizaron una extorsión a partir de una denuncia anónima contra dos financistas de Rosario. Un informe de la AFIP hecho a medida avalaba la acusación. Todo era trucho. El único fin, dijo Vaudagna, era extorsionar a los financistas y perjudicarlos en una interna por ascensos en la compañía de Seguros San Cristóbal.

Este arrepentimiento, que fue una noticia muy relevante esta semana, produce un punto de quiebre en la historia de la complicidad. El equipo multidisciplinario de fiscales federales y provinciales a cargo de lograr la colaboración, son una cuadrilla que juega al ajedrez desde hace años en un tablero contra otros jugadores que trampean. Para tomar dimensión, la investigación contra el ex jefe de la AFIP había quedado a cargo de un magistrado que hace poco se comprobó que tenía mensajes borrados con Vaudagna y mostraban la cercanía entre los dos. Esta semana la Cámara de Casación tomó una decisión muy importante que avala la actuación de los fiscales y deja la investigación en sus manos.
A Bailaque, de quien se sospecha hace demasiado, lo denunciaron hace casi tres años en el Consejo de la Magistratura por guardar prueba que complicaba al narco Alvarado. El sentido común diría que, en este contexto, no sigue trabajando como juez. Pero no es así. Sigue prestando servicios. Todos los delitos federales que estén sucediendo ahora en Rosario, todavía pueden quedar a su cargo. ¿Renunciará después de la declaración del arrepentido? No lo hizo todavía. Su continuidad en el juzgado tiene una sola manera de cesar si no es con su renuncia: que avancen las investigaciones por mal desempeño en el Consejo de la Magistratura, que empezaron en 2022 y recién se activaron el año pasado cuando el escándalo sobre él ya era mayúsculo. Pero el Consejo es un órgano de tiempos soporíferos. Avanzó en las testimoniales contra Bailaque a fines de 2024 pero en lo que va de este año, la comisión de Acusación todavía no se reunió nunca. Aseguran que lo harán en abril, y que la suerte del juez está echada.
¿Cómo pudo un juez federal sobrevivir a tanto? Si alguien cree que Bailaque pudo desplegar esa impunidad sin algún lazo que llegue hasta Buenos Aires, sería inverósimil. Hay nombres que no se escribirán en esta nota que saben que este hilo lleva hasta ellos. Esa es la pieza fundamental que falta en esta historia.