Los incidentes en la puerta del Congreso, durante la marcha de los jubilados de este miércoles, aceleraron los tiempos de definición de la Confederación General del Trabajo (CGT), que se encamina a convocar un nuevo paro general contra el plan de ajuste del presidente Javier Milei, para antes del 10 de abril.
Para definirlo, la central obrera convocó a una reunión de consejo directivo para el jueves en la que anunció que votará un plan de “medidas de acción en repudio a la represión”. Así lo confirmó Héctor Daer durante un encuentro del Congreso nacional de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
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“Vamos a ser respetuosos de que el jueves vamos a tener reunión del consejo directivo de la CGT, pero lo que consensuamos todos los que estamos acá, y vamos a construirlo entre todos, es un paro por 24 horas antes del 10 de abril”, afirmó el integrante del triunvirato de la central obrera.
El ala dura y las bases sindicales venían presionando a la cúpula de la CGT, pero la decisión que primó hasta ahora fue la del sector dialoguista. Tras lo sucedido este miércoles en el Congreso, la tensión con el Gobierno comenzó a crecer. “El tiempo está llegando”, advirtió Daer.
La CGT, de la inacción al paro
El malestar con la dirigencia de la CGT fue creciendo en los últimos meses. También fue eje de críticas en las redes sociales durante distintas manifestaciones. los triunviros Daer, Octavio Argüello y Carlos Acuña, en la mira.
Sin embargo, desde la salida de Pablo Moyano, la central obrera optó por reforzar su perfil dialoguista y circunscribió sus quejas al Gobierno de Milei a comunicados difundidos a través de sus redes y a la prensa.
Mientras en Balcarce 50 avanzan con el proyecto de reforma laboral, la CGT debate puertas adentro los efectos de unos cambios. Están quienes creen que se trata de una flexibilización encubierta y otros reconocen la necesidad de adecuar las normativas a un nuevo mundo del trabajo.
Además, otro de los temas que tiene en carpeta para definir es si va a acompañar el pedido de juicio político a Milei, que impulsan los bloques peronistas en el Congreso. La postura a adoptar no está decidida.
La eliminación de la triangulación de las obras sociales para canalizar aportes a las empresas de medicina prepaga fue un primer cimbronazo. Aunque en un principio alertó a la central obrera, tras un análisis más profundo los principales gremios evaluaron que los perjudicados serían los llamados “sellos de goma”, que se quedaban con una parte de los aportes de entre el 3% y el 6% mensual. Sin embargo, algunos dirigentes de otros sindicatos grandes con obras sociales importantes están preocupados.
Todas estas situaciones fueron tensando la relación con el Gobierno y promoviendo lo que terminará transformándose en el tercer paro general que la central obrera le hará a Milei, en caso de confirmarlo la comisión directiva la semana próxima.
