La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó este jueves otorgarle la licencia al juez federal, Ariel Lijo, y se dilata su llegada al máximo tribunal a pesar de haber sido designado por el presidente Javier Milei.
Se decidió el rechazo de la licencia con el voto de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla, que a pesar de haber asumido recientemente no se excusó de intervenir y acompañó el rechazo de la mayoría. Solo Ricardo Lorenzetti apoyó su nombramiento.
En la resolución, donde no se compartieron los argumentos de Lorezentti, los jueces defendieron su competencia y recordaron que la potestad de otorgar licencias de excepción es una atribución exclusiva de la Corte. Dado que entendieron que Lijo no puede mantener su doble calidad de magistrado, decidieron no tomarle juramento como juez en comisión “mientras continúe desempeñándose como juez titular con acuerdo del Senado”.
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Con esta postura, el máximo tribunal actuó en contra de la postura de la Cámara Federal, presidida por Mariano Llorens, que le otorgó una licencia extraordinaria a Lijo y consideró que estaba en condiciones de asumir, en línea con Lorenzetti que aseguró que estaba en condiciones de jurar con dicho trámite. “Esta potestad de otorgar licencias de excepción corresponde únicamente a este Tribunal y, por lo tanto, resulta ajena a la órbita de competencias de los tribunales inferiores”, remarcó la Corte.
Los jueces aclararon que la licencia solicitada por Lijo por el tiempo que dure su designación en comisión no es una licencia ordinaria y no encuadra en ninguno de los supuestos de licencias extraordinarias enumeradas en el artículo 12. “Esas solo corresponden a maternidad, enfermedad, atención de familiar enfermo, casamiento, actividades científicas, culturales o deportivas, exámenes, paternidad, guarda con fines de adopción o motivos particulares”, explicaron.
Para la mayoría de los miembros de la Corte, la licencia solicitada por Lijo “pone de manifiesto su expresa intención de mantener su doble calidad de juez con acuerdo del Honorable Senado de la Nación y de juez en comisión, lo que resulta incompatible”.
En ese marco, los ministros reiteraron que resulta constitucionalmente inadmisible que una persona pretenda “investir simultáneamente la doble condición de juez con acuerdo y de juez designado en comisión”.
Finalmente, el máximo tribunal decidió no tomarle juramente y remitió a la Cámara las actuaciones para que dicte una nueva medida.
Desconcierto y enojo en el Gobierno por la decisión de la Corte
El Gobierno tomó con desconcierto la decisión de la Corte Suprema de impedir la llegada de Lijo y cuestionó el voto de Manuel García-Mansilla. El Ejecutivo esperaba que el máximo tribunal aprobara el pedido de licencia del juez federal y recibió la resolución con sorpresa.
La Casa Rosada no estaba al tanto de la decisión del académico que fue designado como juez supremo a través de un decreto en comisión y niega que su voto esté alineado con los intereses del oficialismo. “Lo que quiere el presidente es que Lijo llegue a la Corte de la forma que sea”, expresan en Nación.
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Un sector de la mesa política de Balcarce 50 espera que el juez federal renuncie a su cargo en Comodoro Py y asuma en el tribunal supremo. Creen además que cuenta con los votos para sostener su designación en el recinto de la Cámara Alta y aseguran que lo nombrarán nuevamente en 2026 en el caso de que no consiga los dos tercios.

Lo mismo aplica para García-Mansilla. Los cercanos al Presidente buscan negociar los votos de los aliados y de los senadores del peronismo no kirchnerista que responden a gobernadores aliados. Mantienen la postura de que “Macri habla a título personal” y buscan negociar de las adhesiones de los bloques legislativos del PRO sin su participación.
El Gobierno sostiene que Lijo y García-Mansilla aceptaron semanas atrás ser designados por decreto en la Corte Suprema, más allá de las versiones que circularon de sus entornos sobre que no estaban dispuestos a asumir si se realizaba a través de esa vía. “Estuvo coordinado y nos dijeron que iban a agarrar”, expresan en Nación.
El Ejecutivo rechaza impulsar una ampliación de la Corte Suprema en el corto plazo y niega un acuerdo con el kirchnerismo. Descarta además designar a una mujer en el máximo tribunal y asegura que se cayó la posibilidad de impulsar un “Plan B” que incluya candidatos suplentes.