El presidente Javier Milei volvió a dar un fuerte discurso en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, al defender el liberalismo, la batalla cultural y lanzar duros ataques a la “ideología woke”.
En uno de los ejes de su discurso, Milei llamó a Occidente a “abrazar, una vez más, las últimas tesis comprobadas de éxito económico y social, es decir, el modelo de la libertad, volver a abrazar las ideas de la libertad, volver al liberalismo”. El Presidente hizo una fuerte defensa de su gestión: “Es lo que estamos haciendo en la Argentina, eso es lo que confío que el presidente Donald Trump hará en esta nueva Norteamérica, y es lo que invitamos a hacer a todas las grandes naciones del mundo libres y pretenden frenar a tiempo lo que, a todas las luces, es un sendero que conduce a la catástrofe”.
Leé también: Javier Milei: “La Argentina se ha convertido en un ejemplo mundial”
Milei destacó en su intervención en el Foro de Davos: “Inventamos el capitalismo a base de ahorro, inversión, trabajo, reinversión y trabajo duro. Logramos que cada trabajador pudiera multiplicar por 10, por 100 o porque no hasta por 1000 su productividad, venciendo así a la trampa malthusiana. Sin embargo, en algún momento del siglo XX perdimos el rumbo y los principios liberales que nos habían hecho libres y prósperos fueron traicionados”.
El mandatario dijo que no siente solo porque encontró “compañeros en esta pelea por las ideas de la libertad en todos los rincones del planeta”: “Desde el maravilloso Elon Musk hasta la feroz dama italiana, mi querida amiga, Giorgia Meloni; desde Nayib Bukele en El Salvador hasta Víctor Orbán en Hungría; desde Benjamín Netanyahu en Israel, hasta Donald Trump en Estados Unidos. Lentamente se ha ido formando una alianza internacional de todas aquellas naciones que queremos ser libres y que creemos en las ideas de la libertad”.
Fuerte llamado de Javier Milei a que Occidente “vuelva a abrazar las ideas de la libertad”
El Presidente apeló en su discurso a la “batalla cultural” y le pidió a Occidente que “vuelva a abrazar las ideas de la libertad”: “Nuestra batalla no está ganada, si bien la esperanza ha renacido es nuestro deber moral y nuestra responsabilidad histórica desmantelar el edificio ideológico del wokismo enfermizo. Hasta que no hayamos logrado reconstruir nuestra catedral histórica, hasta que no logremos que la mayoría de los países de Occidente vuelvan a abrazar las ideas de la libertad, hasta que nuestras ideas no sean la moneda común de los pasillos de eventos como este”.
Milei consideró: “No podremos bajar los brazos porque, debo decir, foros como este han sido protagonistas y promotores de la agenda siniestra del wokismo que tanto daño le está haciendo a Occidente. Si queremos cambiar, si queremos verdaderamente defender los derechos de los ciudadanos, primero tenemos que empezar por decirles la verdad”.
Javier Milei redobló las críticas contra la ideología “woke”
El Presidente volvió a atacar a la ideología “woke”, a la que definió como una “gran epidemia que debe ser curada, el cáncer que hay que extirpar”: “El gran yunque que aparece como denominador común en los países e instituciones que están fracasando es el virus mental de la ideología woke. Esta es la gran epidemia de nuestra época que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar. Esta ideología ha colonizado las instituciones más importantes del mundo, desde los partidos y Estados de los países libres de Occidente, hasta las organizaciones de gobernanza global, pasando por instituciones no gubernamentales, universidades y medios de comunicación, como también ha marcado el curso de la conversación global durante las últimas décadas”.
Milei reclamó: “Hasta que no saquemos esta ideología aberrante de nuestra cultura, nuestras instituciones y nuestras leyes, la civilización occidental e incluso la especie humana no logrará retornar la senda del progreso que demanda nuestro espíritu pionero. El wokismo es el resultado de la inversión de los valores occidentales, cada uno de los pilares de nuestra civilización fue cambiado por una versión distorsionada de sí mismo mediante la introducción de diversos mecanismos de su versión cultural. De los derechos negativos a la vida, la libertad y a la propiedad, pasamos a una cantidad artificialmente infinita de derechos positivos”.
El Presidente se refirió al “wokismo” como “un régimen de pensamiento único, sostenido por distintas instituciones cuyo propósito es penalizar el disenso, feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género, entre otros, son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles, y se manifiesta en el siniestro ecologismo radical y la bandera de cambio climático”.
Para el Presidente, “el wokismo no es ni más ni menos que un plan sistemático del partido del Estado para justificar la intervención estatal y el aumento del gasto público”: “Esto quiere decir que nuestra primera cruzada, la más importante si queremos recuperar el occidente del progreso, si queremos construir una nueva época de oro tiene que ser la reducción drástica del tamaño del Estado. No solo en cada uno de nuestros países, sino también la reducción drástica de todos los organismos supranacionales”. Dijo que no hay mejor método que eliminar la burocracia estatal para que no exista la posibilidad de vender dichos favores” y que las funciones del Estado deben limitarse nuevamente a la defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad”.