La semana pasada el Gobierno eyectó de su cargo como titular de la Unidad de Información Financiera (UIF) a Ignacio Yacobucci en medio de versiones sobre un supuesto malestar de un sector de la Casa Rosada con la decisión de que ese organismo antilavado se haya convertido en querellante en causas que investigan a exfuncionarios kirchnerista y hasta el propio expediente que tiene en la mira al Polo Obrero.
En concreto en 2024, durante el primer año de Javier Milei, el organismo que previene el lavado de dinero reactivó sus querellas en las causas Hotesur y Los Sauces, en las que se investiga a Cristina Kirchner por supuesto lavado de dinero; los Cuadernos de las Coimas y estaba a punto de pedir la indagatoria en el que expediente que investiga el patrimonio de Martín Insaurralde. Esta impronta que Yacobucci le había dado a su gestión generaba molestia en un sector de la Casa Rosada.
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Tras la salida de Yacobucci, el Gobierno confirmó al fiscal Paul Starc como su reemplazante y TN pudo saber que a partir de ahora la Unidad de Información Financiera (UIF) no será querellante en nuevas causas, pero no abandonará los casos en los que ya se desempeña con ese rol, entre estos los que involucran a exfuncionarios K. De hecho, el organismo antilavado estaba a punto de pedir la indagatoria de Martín Insaurralde, investigado en un caso por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
La UIF no será querellante en nuevas causas, pero no se retirará de los actuales casos de corrupción K y lavado
En esta nueva etapa, la UIF respetará las medidas de prueba ya solicitadas en su condición de querellante en diversos expedientes, aunque no impulsará nuevas ni asumirá ese rol en nuevas causas. “Para eso están los fiscales”, suelen repetir quienes en el Gobierno rechazan este rol del organismo. Con esta decisión, la Casa Rosada intenta alejar los fantasmas de un supuesto pacto de impunidad con el kirchnerismo. “Esto no tiene que ver con Cristina Kirchner, acá se entiende que la UIF no debe querellar en ningún caso”, agregan.
Ser querellante permite solicitar medidas de prueba, entre estas posibles testimoniales o indagatorias y llevar adelante un control del caso. Durante la gestión de Mauricio Macri, la UIF y la Oficina Anticorrupción comenzaron a darle esta impronta al organismo. Este entonces será otro punto de diferenciación entre ambos mandatos.
“La UIF no debiera ser querellante necesariamente en ninguna causa. Para eso está la Justicia y en particular los fiscales y no debemos inmiscuirnos en cuestiones que no le corresponden al Ejecutivo. Además, los últimos gobiernos la utilizaron con total discrecionalidad”, aseguran y se preguntan: ¿Por qué en algunas causas es querellante y en otras no?
A su vez, el funcionario acumulaba críticas dentro del Gobierno por demorar la adecuación del país a las normas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) para prevenir el blanqueo de dinero ilícito, una cuestión que dejó al país al borde de una sanción, aunque no entró en la lista “gris” y por sus supuestos excesivos gastos en sus viajes al exterior.
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Otras voces en el Gobierno también sostenían que Yacobucci resistió la asunción del vicepresidente Santiago González Rodríguez, tras la salida del anterior número 2 del organismo, Manuel Tiesso. Realizó varios viajes al exterior en primera clase sin autorización a pesar de la política oficial de austeridad. Todas estas situaciones generaron rispidez con autoridades del Ministerio de Justicia que conduce Mariano Cúneo Libarona y todo terminó en su salida. En rigor, Yacobucci renunció ante las fuertes presiones que se habían comenzado a generar desde el jueves por la mañana.
Starc -que aún debe pedir licencia ante la Procuración General que conduce Julio Conte Grand- está al frente de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional de Tres de Febrero. No será su primera experiencia en la gestión pública, ya que supo desempeñarse como subsecretario de Investigaciones e Inteligencia Criminal en el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, durante el mandato de Daniel Scioli.
En noviembre de 2009 saltó a la fama por los supuestos errores en la búsqueda de la familia Pomar. Esta situación llevó a que se demoraran 24 días en encontrar a los Pomar, que habían tenido un accidente a la vera de la ruta provincial 31. “Estamos evaluando quiénes son los responsables de los rastrillajes que se realizaron por esa zona”, dijo en su momento Starc, antes de reconocer: “En algún lado hemos fallado”. Al poco tiempo renunció al cargo.