Este martes 31 de diciembre llega a su fin la resolución DR 27/24 del pasado 22 de agosto, por medio de la cual la Cámara de Senadores dispuso suspender, entre el 1 de agosto y el 31 de diciembre de 2024, toda actualización salarial. Esta resolución, que lleva la firma de la secretaria Administrativa del Cuerpo, María Laura Izzo, fue producto de una votación en el recinto por parte de los integrantes de la Cámara. Es decir que a partir del año nuevo, los senadores podrían pasar a cobrar más de 9 millones de pesos por mes.
Este lunes, la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, mantuvo varios encuentros con sus asesores en el Palacio legislativo y comunicaciones con varios senadores, mientras que algunos bloques elevaron respectivas notas solicitándole no descongelar sus dietas legislativas. Un gesto político que esperaba la Vicepresidenta.
Primero lo hizo el bloque del Pro, cuyo presidente, Luis Juez, el pasado 27 de diciembre le pidió a la titular del Senado “no percibir aumento alguno en las dietas”, y agregó, “nuestro país requiere de quienes hemos sido honrados con la representación de nuestros compatriotas, una actitud responsable y ejemplar. Atento al receso vigente, solicitamos se prorrogue el congelamiento de las dietas hasta el 1 de marzo de 2025 para que el tema sea tratado por el Cuerpo en el próximo periodo de sesiones ordinarias”, señaló Juez con el aval de la totalidad del bloque.
También sumó su pedido La Libertad Avanza, este lunes, con la firma del vicepresidente de la bancada, Bruno Olivera Lucero. Replicó las mismas palabras de Juez: detener los aumentos “hasta que se trate este asunto durante las sesiones ordinarias del año 2025″.
Los legisladores entienden que la vicepresidenta Victoria Villarruel puede, en uso de sus facultades, mantener el congelamiento de las dietas, “resolución que podría haber adoptado hace 20 días argumentando que no hay convocatoria a extraordinarias y cuando se reúnan los senadores modificaran la situación, dejando en plena vigencia el congelamiento”, señalan algunos. Otros plantean que la vigencia de la resolución se debe votar directamente en el recinto.
La votación original de los senadores
El pasado 18 de abril, los senadores aprobaron un proyecto de resolución, a mano alzada y en menos de dos minutos, sin discusión que estableció que “a partir del mes de mayo del presente año, los senadores percibirán un total de 13 dietas anuales. Cada una de ellas será equivalente a 2500 módulos, más un adicional de 1000 módulos por gastos de representación y 500 módulos de adicional por desarraigo. El valor del módulo será el equivalente al que perciben los empleados legislativos, conforme a las previsiones de la ley 24.600 (Estatuto del Personal del Congreso de la Nación)”.
Posteriormente, el 22 de agosto, suspendieron hasta el 31 de diciembre la vigencia de dicha resolución y votaron un desenganche de sus ingresos respecto del personal legislativo. También retrotrajeron cualquier aumento de haberes.
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El último aumento otorgado a los trabajadores del Congreso fue el 13 de noviembre, cuando se resolvió un incremento del 2% a partir del 1 de septiembre, 1% a partir del 1 de octubre, 2% a partir del 1 de noviembre y 1% a partir del 1 de diciembre, alcanzando un total del 6%.
El recibo de sueldo de los senadores
En los detalles del recibo de sueldo de un senador nacional se especifica: remuneración por dieta, 4,9 millones de pesos; gastos de representación, 1,9 millones; y un millón por desarraigo, totalizando 7,8 millones de pesos.
Sin embargo, a este ingreso hay que descontarles el impuesto a las ganancias, el aporte a la obra social, la Asociación Mutual de Legisladores y el aporte al partido político, lo que suma 2,6 millones. Esto deja un ingreso neto en mano para los legisladores de 5,2 millones de pesos. Con el descongelamiento de las dietas a partir del primer día del nuevo año y el regreso a la resolución votada en abril, los “ingresos netos en mano” se estiman en 6,2 millones de pesos.
