El radicalismo enfrenta una fuerte división interna, marcada por las posturas divergentes frente al gobierno de Javier Milei. Mientras el Comité Nacional sostiene una posición opositora clara, una facción del partido opta por un enfoque más dialoguista. Este quiebre se profundizó en el Congreso, donde algunos diputados se asociaron en los hechos a La Libertad Avanza.
La fractura quedó expuesta este jueves, cuando el Tribunal de Ética de la UCR decidió expulsar a tres dirigentes apodados como los “radicales con peluca”: Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat. Sin embargo, la medida generó fuertes controversias internas, dejando al descubierto la falta de consenso en un partido que ya exhibe públicamente su grieta.
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“No es la decisión del partido, es la resolución del tribunal de ética. Ahora tiene que reunirse al plenario y se aprueba o se rechaza, funciona también como espacio de apelación para que los diputados hagan su defensa”, explicó una voz autorizada del bloque radical a TN. Y remarcó: “Ese tribunal está sesgado por conflictos de intereses. Todos sabíamos que iba a salir así”.
Otra fuente legislativa fue lapidaria con uno de los integrantes del Tribunal de Ética: ”(Juan Pedro) Tunessi junto a (Facundo) Manes y (Emiliano) Yacobitti están cuestionados por hacer fraude electoral en la última interna en la provincia de Buenos Aires. Así lo sentenció el juez Ramos Padilla y ellos apelaron buscando estirar los tiempos para bajar el impacto. Ya saben que lo pierden”. Y sentenció: “Ese señor no puede decir nada en nombre de la conducta de alguien. Cuando tengamos la sentencia de Cámara, el que será expulsado será él”.
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“Ilegítima, arbitraria y parcial decisión de un tribunal de conducta que parece más abocado a una interna que al rol que debe cumplir. Con un bloque escindido en Diputados, y con senadores y diputados que en reiteradas ocasiones tomaron posturas distintas a sus bloques, selectivamente se busca castigar solo a unos. El partido chico, cerrado, burocrático, incoherente y con doble moral, no le sirve a nadie”, aseguró el presidente del bloque de la UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo.
Por su parte, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, manifestó desde su cuenta de X que “la decisión de expulsar de la UCR a Mariano Campero, Luis Picat y Martín Arjol no solo es una decisión completamente equivocada, sino que además demuestra que la conducción partidaria, que promovió esta idea, piensa en un partido chico, alejado de la histórica tolerancia democrática de la UCR, de nuestros simpatizantes en todo el país, de nuestros principios y nos aleja de nuestro electorado”
La diputada nacional Pamela Verasay, que responde a Cornejo, apuntó contra la conducción partidaria. “Un puñado de dirigentes pretenden que la UCR se convierta en un partido chico, sin voluntad constructiva y muy alejado de los deseos de sus votantes. Queda claro que unos pocos han perdido la visión del conjunto y sólo se escuchan entre ellos”.
En el mismo sentido se expresó el también diputado nacional Lisandro Nieri. “La decisión del Tribunal de Ética es totalmente arbitraria. Una conducción perdida, que no para de hacerle daño a la UCR y la aleja de nuestros votantes”, apuntó el legislador desde su cuenta de X. Y cuestionó: “Absolutamente parcial. A Picat, Campero y Arjol sí pero nada hizo cuando un senador votó distinto a su bloque”.
El debate interno en el radicalismo
La cuestión de concretar un acercamiento con el Gobierno no tiene una respuesta sencilla, aun en el bloque que conduce Rodrigo de Loredo. “No veo un posible acuerdo. Se viene un año más de elecciones. Tiene que haber una serie de gestualidades políticas que el gobierno no es capaz de hacer”, afirmó a TN alguien con vasta experiencia en Diputados. Y remarcó: “El Gobierno se siente consolidado por sí mismo, sin buscar aliados. Por eso cerraron el Congreso. No hay extraordinarias”.
En contrapartida, propuso otro escenario: “Se pueden dar acciones en conjunto de toda la oposición dialoguistas, como lo hicimos con la Ley Bases, como ya funcionó. Eso es más factible que alianzas ocasionales con LLA”.
Sucede que la interna en la UCR está a la orden del día: “Los radicales que están preocupados por las formas son una falta de respeto a los 130 años de internas, donde nos dijimos de todo”, indicó una voz autorizada en el bloque. Y un dardo para Lousteau: “El presidente del partido solo se ha peleado con el Presidente y no nos sirvió para nada. La política es más que las formas”.