El Gobierno reclamó la liberación del gendarme detenido en Venezuela, Nahuel Gallo, y acusó al chavismo de tomar rehenes como método de extorsión. El canciller Gerardo Werthein advirtió que la detención del agente es un “secuestro ilícito”, en declaraciones a Radio Mitre. A su vez su par de Seguridad, Patricia Bullrich, cruzó al ministro de Interior y Justicia venezolano, Diosdado Cabello, que la tildó de “fascista”. La funcionaria dijo que el funcionario chavista es “un dictador despiadado”.
Werthein planteó que Cabello dice “mentiras para justificar el secuestro ilícito de un compatriota argentino” y consideró: “Yo creo que tarde o temprano todas estas violaciones a los derechos humanos, a los derechos civiles, a los derechos de las personas, eso lo va a tener que pagar en la Justicia, porque tarde o temprano la Justicia va a triunfar. Mientras tanto exigimos la inmediata liberación del gendarme”.
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El ministro de Relaciones Exteriores manifestó que las afirmaciones que realizan desde el país presidido por Nicolás Maduro sobre los viajes de Gallo “por todo el mundo” no son ciertas e indicó que los documentos firmados por migraciones aseguran “que estaba radicado en Uspallata”.
“Venezuela hace que todos los días sean difíciles. Es totalmente falso lo que dice. Los informes de migraciones no muestran que haya viajado por todo el mundo, él estaba radicado en Uspallata y solo ha hecho viajes a Chile”, declaró Werthein.
En la misma línea, remarcó que “toda la narrativa” emitida por el Gobierno venezolano “no corresponde a la realidad”, ya que Gallo tiene una hija argentina de dos años y su mujer, que es venezolana, había viajado para ver a su madre. “Las fue a visitar y lo detuvieron arbitrariamente, lo acusan de cumplir misiones”, añadió.
“Los movimientos de Nahuel Gallo están asentados por la Dirección de Migraciones y se van a publicar a la brevedad. Tenemos empleados de la embajada que han sido llevados a la cárcel, acusados o imputados de un montón de crímenes, y con familias amenazadas”, señaló.
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En declaraciones televisivas, el canciller informó que se han comunicado con Naciones Unidas y “han hecho todas las gestiones posibles”, aunque “le gustaría” que el presidente de la ONU se estuviera ocupando “personalmente” del caso, “en vez de promover resoluciones políticamente inclinadas”. “¿Qué podemos esperar de Venezuela, que no es un Estado de derecho? ¿Cuánto más hay que tolerar? ¿No alcanza con falsear resultados? ¿No alcanza con que se violen todos los derechos humanos?”, cuestionó.
Para finalizar, informó que el Gobierno está en comunicación con Brasil para intentar traer a Gallo nuevamente a la Argentina, sin embargo, remarcó que “la situación es altamente compleja” debido a que se barajan “diferentes parámetros” entre quienes pertenecen a un Estado de derecho y los que viven en “dictaduras” que entienden los códigos de la democracia.
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“Esto no se puede tolerar. Que se lleven a un visitante argentino y traten de falsear la información es una metodología de intentar perpetuarse a pesar de todo y todos los venezolanos”, concluyó.
Mientras que Bullrich dijo: “¿Un gendarme solo va a cumplir una misión para conspirar, va con una mochila para ver a su hijo y a su novia? Es muy poco serio el argumento de Venezuela, de que puede ponerlos en riesgo, es un régimen muy débil. Acumulan prisioneros, estadounidenses, brasileños, colombianos, uruguayos, españoles a los que les buscan la misma lógica”.
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La ministra de Seguridad advirtió: “El año pasado hubo negociaciones con Estados Unidos por el empresario Alex Saab (estrecho al líder del chavismo, Nicolás Maduro), al que se lo cambió por diez prisioneros norteamericanos, creo que ahora están queriendo hacer algo similar. Saab tiene antecedentes de lavado de dinero y testaferro del régimen, y para protegerse capturan gente, turistas, gente normal, y los ponen de rehenes del régimen, es una hipótesis”.
Bullrich además tildó de “dictador despiadado, torturador” a Cabello, que la llamó “fascista”. La funcionaria advirtió: “Intentan tener rehenes por la precariedad política en que esté ese gobierno, que perdió las elecciones y que intenta mantenerse de todas maneras el próximo 10 de enero, independientemente de la voluntad popular. Están haciendo la peor dictadura de América Latina”.
