El Gobierno acordó este miércoles con los máximos referentes del Grupo de los 6 (G6), que incluye a las cámaras empresariales más importantes del país, avanzar con los temas pendientes de la reforma laboral, que quedaron fuera de la Ley Bases, y conformar una mesa tripartita con el ala dialoguista de la Confederación General del Trabajo (CGT).
El acuerdo se alcanzó en una reunión que encabezaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, de la que participaron los presidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja; la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino; la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman; la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss; la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), Adelmo Gabbi, y la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), Javier Bolzico.
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Según pudo saber TN, la reunión que encabezaron Francos y Sturzenegger con el G6 giró sobre los temas pendientes de la reforma laboral, que quedaron fuera de la Ley Bases, y la reforma laboral futura, que el Gobierno quiere traccionar, sobre los que no hay acuerdo con la CGT.
Mesa tripartita y reforma laboral
El encuentro fue en Casa Rosada y duró cerca de una hora. La semana pasada, el Gobierno se reunió con Héctor Daer, Gerardo Martínez y Roberto Fernández, entre otros gremialistas del ala dialoguista de la CGT, que aceptaron sentarse a negociar cambios en los vínculos laborales. La próxima vez, prevén que estarán sentados en la mesa tanto el G6 como la central obrera.
En la CGT hay dos posiciones contrapuestas y una postura intermedia. Por un lado, el ala dura, que encabeza el líder de los Camioneros, Pablo Moyano; por otro, el sector dialoguista, que representa Martínez, titular del gremio de la Construcción. En el medio, un tercer bloque, el de los moderados, al que pertenece Daer.
Si bien la central obrera había rechazado la convocatoria del presidente Javier Milei a formar parte del Consejo de Mayo, con la reforma laboral aprobada en el marco de la Ley Bases, terminó aceptando ocupar su silla en la mesa y reclamó ser parte de las negociaciones para futuros cambios.
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De las reuniones participaron los dialoguistas y los moderados, pero Moyano pegó el faltazo y amenaza con romper con la CGT. De hecho, los gremios del Transporte anunciaron un paro total de actividades por 24 horas, para el 30 de octubre. Algo que le vienen reclamando a la central obrera, que hasta ahora prefiere sentarse a negociar con el Gobierno.
El argumento que plantean es que si el oficialismo va a avanzar con modificaciones en las leyes laborales, es mejor que la CGT esté sentada en la mesa para dar la discusión. Del otro lado creen que aceptar negociar es avalar la reforma. Hasta ahora, no hay punto de acuerdo entre las fracciones.
