El Gobierno posterga el decreto de reestructuración interna -que los funcionarios llaman “50″- y define el futuro de empresas públicas. El Ejecutivo quería publicarlo esta semana en el boletín oficial, pero se retrasó por indefiniciones y por la reglamentación de la Ley Bases y el paquete fiscal.
La encargada de la mesa técnica y de trabajar los decretos es la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal, que responde al asesor presidencial Santiago Caputo. “Ibarzabal está con tres proyectos técnicos a la vez y no pudo avanzar con el 50. Puede que se atrase dos semanas”, expresó a TN un cercano a la cúpula de Balcarce 50.
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La Casa Rosada define el destino de las empresas públicas Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), el Correo y Corredores Viales, entre otras. Los cercanos al presidente quieren que queden en la órbita del jefe de gabinete, Guillermo Francos, pero este busca que pasen al Ministerio de Economía, que preside Luis Caputo.
El ministro coordinador quiere tener un rol con más responsabilidades políticas y menos técnicas. “Francos no quiere tener empresas en su órbita, pero algunas ya pasaron su estructura completa en la gestión de Posse y es complicado revertirlo”, manifestó a este medio un funcionario.
La definición final de las empresas públicas se verá plasmada en el decreto “50″, que también le dará funciones a la Unidad Ejecutora de Empresas que liderará el exinterventor de Télam Diego Chaher en la órbita de Economía para avanzar con las privatizaciones.
Las empresas que fueron sancionadas en la Ley Bases son Energía Argentina, Intercargo, Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), Belgrano Cargas, Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE) y Corredores Viales.
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El Gobierno tampoco tiene definido qué hará con la secretaría parlamentaria, que lidera Omar de Marchi. Las opciones son unificarla con la subsecretaría de Articulación Institucional o eliminarla. Francos quiere en el cargo a la exdiputada Paula Bertol, pero todavía no realizó un ofrecimiento formal.
La secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que preside Darío Genua, se quedará en la jefatura de gabinete porque el ministro coordinador está interesado en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). La mesa chica analiza también separar el área de Telecomunicaciones.
La reestructuración interna determinará además la subestructura del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que le dio Javier Milei a Federico Sturzenegger para realizar la reforma del Estado.
Su equipo está integrado por los secretarios Maximiliano Fariña (Transformación) y Martín Rossi (Desregulación) junto con el abogado Marcelo Hernández y Alejandro Tamer.
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Una reforma que irá anexa al decreto “50″ es la reestructuración de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que lidera Sergio Neiffert. Se transformará nuevamente en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y contará con tres agencias -Defensa, Seguridad Interior y Tecnología- y con un organismo contralor de fiscalización interna.
El exagente de la SIDE durante el menemismo Alejandro Colombo se encargará del área de Defensa. Trabajó como asesor de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires y se le atribuye también una relación directa con el exdirector de Operaciones de la SIDE Antonio Horacio “Jaime” Stiuso.