Melody Rakauskas, la mujer que denunció a Fernando Espinoza, habló con TN tras la confirmación del procesamiento del intendente de La Matanza por abuso sexual y dijo haber sufrido varios ataques tras haber llevado su caso a la Justicia. “Estoy viva de milagro”, aseguró.
“Es una excelente noticia. Me costó mucho llegar a este paso. Estoy satisfecha y agradecida por lo que está haciendo la Justicia con mi caso”, fue la reacción de la joven de 27 años tras el fallo de la Sala VII de la Cámara del Crimen, que ratificó este miércoles la decisión de la jueza de primera instancia María Fabiana Galetti.
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“Me persiguieron, me corrieron y me chocaron el auto”
“Estoy recluida en mi casa a partir de todo lo que pasó posteriormente al abuso, porque no se trata solo del abuso: a mí me atacaron y he llegado a terminar en terapia intensiva. Me persiguió gente que trabaja en fuerzas de seguridad”, relató Rakauskas sobre lo que vivió tras ir a fondo en la denuncia. “Me atacaron, me persiguieron, me corrieron y me chocaron el auto. No me mataron de casualidad. No sé cómo estoy viva”, insistió.
La denunciante aseguró que se vio forzada a dejar la casa donde vivía, que fue escenario del abuso que investiga la Justicia. “También me embargaron mis cuentas. Usaron un montón de artimañas para atacarme desde 2021 -cuando presentó la demanda- hasta la fecha. Me pasó de todo. Me terminé acostumbrando a vivir recluida en mi domicilio”, amplió.
Rakauskas además afirmó que, antes de sufrir el ataque sexual, otra mujer vivió una situación similar con el intendente de La Matanza. “Entregué la prueba y está todo en manos de la Justicia. La chica me decía que le pedía (a Espinoza) que se dejara de joder, le decía que estaba en pareja para que dejara de ponerse intenso con los tocamientos”, contó. Y agregó: “También era secretaria, estuvo antes que yo”.
La denuncia fue radicada el 3 de junio de 2021 ante la Oficina de Violencia Doméstica. “Después del abuso me trataban de loca. Me sacaron del grupo de WhatsApp de la secretaría privada, me empezaron a cortar el chorro por negarme a tener relaciones sexuales con el intendente”, profundizó.
La joven también acusó a su expareja, Gustavo Cilla, cercano a Espinoza y nexo entre ella y el intendente al momento de la propuesta para ocupar el puesto de secretaria privada.
“Mi pareja durante seis años era amigo de Espinoza. A él no le importó lo que me pasó. Me traicionó y dio testimonios falsos ante la Justicia. Me acusó a mí de cosas que yo no hice”, aseguró.
“Era un demonio lo que tenía encima”
Hace un mes, en una entrevista con TN Central, la mujer relató que el calvario comenzó cuando el intendente fue a su casa luego de una entrevista que habían tenido en la municipalidad. Después de cenar, le hizo abrir un vino y le preguntó si sabía hacer masajes, simulando estar contracturado. Sin embargo, ella le dijo que no, pero que podría darle un calmante para aliviar el dolor. A los pocos minutos comenzó a acosarla.
“Traté de sacármelo de encima. Él trataba de bajarme los pantalones a toda costa. Era un demonio lo que tenía encima. No un jefe”, sostuvo.
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Rakauskas explicó que tras el hecho quedó en estado de shock y que no podía dejar de llorar. “Me moría por pegarle un cachetazo y decirle que se fuera de mi casa, pero no lo podía hacer porque sabía que sus custodios estaban armados abajo”, contó.
De la misma forma, sumó: “Se me caían las lágrimas cuando tenía su cuerpo encima, y me dijo que siempre me había tenido ganas. Parecía una bestia. Trataba de sacármelo de encima, no podía ni respirar”.