“Hay mil opciones sobre la mesa y todavía no está definido”, responde un peso pesado del Gobierno. Se refiere al nuevo nombre para el que hasta ahora era el Centro Cultural Kirchner, en el viejo edificio del Correo Central de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, hay tres alternativas que se posicionan como favoritas.
El tema apareció como uno de los puntos a tratar en la reunión de gabinete del martes, en la que participaron todos los ministros excepto Guillermo Francos, de Interior, que viajó a Salta para participar de la Asamblea de las provincias del Norte Grande junto a los Gobernadores locales.
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Allí estuvieron también, como es habitual, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor Santiago Caputo. Los dos integrantes exclusivos de lo que el propio presidente define como la mesa chica del Gobierno.
Aunque el seguimiento y mantenimiento del ex CCK corresponde al área de Cultura de Nación, hoy integrada con rango de Secretaría dentro del Ministerio de Capital Humano, tanto la propuesta del cambio como el nuevo nombre corren por cuenta de la Casa Rosada.
Según trascendió de la reunión, los dos funcionarios con los que Milei tiene mayor confianza (Santiago Caputo y Karina Milei) serán la clave para definir cómo se llamará el centro cultural. “La decisión, en última instancia, seguramente va a ser de Karina”, dice alguien de la cartera de Sandra Pettovello. Coincide en un 100% con lo que contestan desde el área de comunicación de Presidencia.
El encargado de comunicarlo formalmente fue Manuel Adorni. El vocero anticipó que el espacio dejará el nombre Néstor Kirchner, pero no habló del futuro. Dos de las opciones que tienen más chances son figuras históricas de las que incorporaron con cuadros el pasado 8 de marzo al nuevo Salón de los Próceres de la Casa de Gobierno: Julio Argentino Roca y Domingo Faustino Sarmiento.
Otro de los planes que se baraja es recuperar el nombre original: Centro Cultural del Bicentenario. Así se lo llamó en 2006, cuando se convocó a la obra que adaptó por completo el viejo Palacio de Correos y Comunicaciones del centro porteño. Finalmente, en 2012 y a través de un proyecto de ley, fue rebautizado con el nombre de Néstor Kirchner, quien había fallecido dos años antes. La obra se extendió otros 20 meses y se inauguró formalmente en 2015.
