El presidente Javier Milei inaugurará este viernes el 142º período de sesiones ordinarias del Congreso, con lo que se espera un duro discurso contra la casta y la herencia recibida. Se prevé que también apunte contra los legisladores que no apoyaron la Ley Ómnibus y no se descarta que, una vez más, los gobernadores sean foco de las críticas, en una escalada en la confrontación.
Si bien, tras el fallo judicial que le dio la razón a la provincia de Chubut por la quita de fondos coparticipables, los mandatarios provinciales bajaron el tono de la disputa y se mostraron abiertos al diálogo, crece la expectativa para corroborar si finalmente Milei aceptará la convocatoria a construir consensos o si redoblará la apuesta en elegirlos como enemigos y quedar a un paso de la ruptura definitiva.
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El día clave será el viernes. En la previa, el Presidente se reunió con diputados oficialistas y, si se confirma lo que les anticipó, su idea es la de seguir confrontando con los gobernadores, aunque los principales funcionarios de su gabinete trabajan para reconstruir los puentes de negociación, en un intento por garantizar los votos necesarios para el megadecreto de Milei.
Con ese objetivo, organizó un almuerzo con el diputado y presidente del bloque PRO, Cristian Ritondo, en Casa Rosada. Aunque por el momento está descartada una fusión con La Libertad Avanza, se garantizó el acompañamiento parlamentario del macrismo.
Discurso y negociaciones, en el Congreso que repudia Milei
Muchos en el Gobierno no creen necesario seguir socavando en el vínculo resquebrajado con los gobernadores, pero el Presidente se maneja de forma independiente y puede sorprender. Su objetivo es dejar en evidencia a quienes están en contra de las reformas y está convencido de que lo viene logrando.
En paralelo, el ministro del Interior, Guillermo Francos, aceleró los contactos en los últimos días. El objetivo es que quebrar un posible frente común entre las provincias, derivado de los ataques del Presidente a los gobernadores, pero fundamentalmente de la decisión de quitar recursos coparticipables.
Sin embargo, con poco margen de maniobra para negociar, todos miran al Congreso. Por un lado, porque allí hablará Milei y alzará la bandera de la paz o ratificará la guerra, pero también porque la oposición dialoguista tiene en el Parlamento la llave para trabar o destrabar iniciativas fundamentales para el Gobierno, ya lo demostró con el fracaso de la ley insignia del Presidente.
Tras la caída de la Ley Ómnibus, la idea del Gobierno es avanzar en el Congreso con reformas más chicas y para eso necesita de los diputados que responden a sus jefes políticos provinciales.
En las últimas horas, los mandatarios provinciales -que hasta ahora no recibieron la invitación al Congreso- respiraron tranquilos cuando Milei eligió al exgobernador de Jujuy Gerardo Morales como nuevo enemigo público y dejó de lado la confrontación con las provincias; la duda es si la actitud será momentánea o definitiva. “Se verá el viernes”, aseguran.
