“Yo dentro de cinco meses no sé si voy a poder pagar $100 mil de alquiler, es muy triste ver esto mientras nosotros nos angustiamos”. La frase pertenece a Marta Inés, una jubilada afiliada al PAMI de 70 años que no tiene casa propia y mes a mes enfrenta las dificultades que tienen miles de argentinos para pagar la renta del departamento en el que vive.
Hace más de dos años, el Gobierno había hecho un importante anuncio para dar solución habitacional a personas mayores de edad como Marta, pero en todo este tiempo se terminó poco y nada.
En junio de 2021, Alberto Fernández prometió construir 3200 viviendas y 100 Centros de Día para adultos mayores de 60 años sin vivienda propia. “A mí me parece que estamos dando un paso que a la política le hace bien, ocuparse de resolver el problema de los que llegan a la madurez y no tienen dónde vivir”, lanzó el Presidente.
El proyecto de viviendas colaborativas, que el Gobierno promocionó como una innovación para América Latina, se debía realizar en conjunto entre el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, que en aquel entonces lideraba Jorge Ferraresi y PAMI, con Luana Volnovich a la cabeza. Todas las obras debían terminarse entre 2021 y 2022, pero al día de hoy solo se terminaron 160 viviendas, es decir, el 5% de lo prometido y hay miles de jubilados que esperan por su hogar.
Así lo pudo saber Telenoche al formular pedidos de acceso a la información pública y acceder a documentos oficiales. Estos papeles muestran que no solo se terminó un número muy bajo de viviendas, sino que además la ejecución del programa ronda el 35%, lo que significa que hay más de 2000 casas que nunca comenzaron. No existen. No son más que un proyecto que nunca vio la luz.
La iniciativa en cuestión se llamó Casa Propia-Casa Activa. Se anunció como una idea innovadora en América Latina a través del que personas mayores de 60 años sin un hogar propio podían acceder a una vivienda y a un espacio en el que compartirían tiempo con personas de su edad. No debían tener ningún inmueble a su nombre, ni familiares directos con propiedades y estar imposibilitados a acceder un crédito por cuestión de la edad.
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La promesa fue concreta: levantar 100 complejos habitacionales en todo el país con 32 casas cada uno, además de espacios de recreación como pileta, bibliotecas, huertas y un Centro de Día, un lugar para atender y cuidar de las personas de la tercera edad. Cuando Alberto Fernández inauguró el primero de los tres terminados, dijo al cortar la cinta que “había cumplido con lo prometido”, pero las cifras demuestran que esta meta lejos está de cumplirse. Es que, además, hay proyectos que en los papeles figuran en “ejecución” pero están parados.
Los números de un programa para jubilados que lejos está de cumplirse
Según los documentos a los que accedió Telenoche, a junio de este año, es decir, seis meses después de que todas las casas y Centros de Día debían estar construidos y en funcionamiento, solo se habían terminado tres obras, que en total sumaban 96 casas, es decir, el 3% de todas las viviendas prometidas. En el mes de septiembre se culminaron otros dos Casas Activa más, lo que llevó al 5% el nivel de cumplimiento del programa.
Además, según pudo saber este medio, a comienzos de septiembre de 2023 estaban en ejecución 1032 casas, a las que se les debe restar las 64 viviendas que se terminaron en las primeras dos semanas de este mes en Almirante Brown y Escobar. De esta manera solo hay en construcción, hoy en día, 968 casas de las 3200 prometidas. El 65% de los hogares jamás se ejecutó. No se van a hacer, al menos en la gestión de Alberto Fernández.
Desde la cartera de Desarrollo Territorial y Hábitat agregaron que a las 160 viviendas terminadas, se le sumarán entre septiembre y diciembre 128. Según los pronósticos de la Casa Rosada, para el final del mandato de Alberto Fernández habrá terminado 288 viviendas cuando prometió 3200, es el 9% del total.
“Hoy venimos a darle dignidad a nuestros adultos mayores, darle la posibilidad de un amparo digno, de que tengan un techo, eso es maravilloso, es maravilloso y yo siento que sigo cumpliendo con ustedes en circunstancias difíciles. Vamos a hacerles las mejores casas para que vivan dignamente, lo merecen”, había dicho el jefe de Estado durante la inauguración de las primeras y únicas 32 viviendas terminadas en Catamarca.
Hurlingham, una obra parada y Malvinas Argentinas, un proyecto con enormes retrasos
Telenoche recorrió uno de los proyectos que figuran en “ejecución” pero que en rigor está totalmente parado, como es el caso de la Casa Propia-Casa Activa que se realiza en Hurlingham. Los adultos mayores de esta localidad esperan hace meses que el Gobierno y el municipio terminen las 32 casas y el centro de día que le prometieron.
Las viviendas comenzaron a construirse en marzo de 2022 y debían estar listas en 9 meses, es decir, para diciembre del año pasado, pero la obra solo tiene un avance del 33%. Entre noviembre de 2022 y junio de este año, el proyecto tuvo muy pocos avances. Se reactivó en julio de este año, pero se volvió a parar. Uno de los responsables de la obra así lo reconoció en este informe.
El municipio pidió una prórroga, prometió terminar la obra en julio y en el lugar todavía faltan paredes y techos. Todo esto pasa, aunque el Ministerio de Desarrollo Territorial ya le pagó a Hurlingham $88 millones para una obra que nadie sabe cuándo se va a terminar.
Este medio se comunicó con el municipio, pero no obtuvo respuesta.
En Malvinas Argentinas ocurre algo similar. Allí se empezó en noviembre de 2022 a construir 33 casas que deben terminar en octubre, es decir, en tan solo días. El proyecto solo tiene un avance del 11%. En unas semanas deberían terminar lo que no se hizo en meses, algo que parece prácticamente imposible.
Por qué las obras no se terminan a tiempo y el programa tiene poca ejecución
El Ministerio de Desarrollo Territorial pone a disposición el financiamiento de los proyectos, pero luego son las provincias y municipios los que deben requerir el dinero, buscar el terreno, contratar a una empresa para que lleve adelante la obra y supervisar los trabajos. No siempre las jurisdicciones muestran interés, también hay retrasos en la entrega de los fondos y la inflación juega su papel: cuando un trabajo comienza a retrasarse, la suba de precios afecta la compra de material y con la misma plata cada vez se adquiere menos.
“Podemos hacer una autocrítica de no intimar a los municipios a que pidan el financiamiento o de no insistir más para que terminen las obras, pero no es un problema de fondos, la plata para los proyectos siempre está”, dijeron fuentes de Desarrollo Territorial a este medio.
De esta forma, no hay solo un motivo por el que solo se terminó el 3% de las 3200 casas prometidas, sino que es un conjunto de elementos que colaboraron para que el programa esté incumplido y miles de adultos mayores aún no tengan las casas que se les prometió.
Créditos:
Drone: Agustín Beltrame
Cámara: Marcelo Funes
Producción periodística: Tomás Vidal Adano y Faustino Jaime.