De su oficina en el Senado a su departamento en Recoleta o la casa de su hija Florencia en San Telmo. Algunos encuentros reservados en el Instituto Patria y menor afluencia de visitas al sur del país. Desde que sufrió el ataque en Recoleta, la agenda de la Vicepresidenta Cristina Kirchner es aún más reservada de lo que lo era y son pocos los dirigentes que conocen su itinerario diario.
Su custodia, que se incrementó en buen número, sufrió un proceso de reacomodamiento interno, una revisión de los protocolos y varios retos internos.
Desde hace semanas que en el kirchnerismo duro comenzó a crecer el rumor de una posible reaparición pública de Cristina Kirchner en el mes de noviembre. La fecha, el lugar y el contexto está lejos de definirse, pero se habla de la posibilidad de que sea en un acto sindical. Es que un sector de La Cámpora cree que la Vicepresidenta debería salir a dar definiciones en un momento complejo de la economía, en otras palabras, sumar presión para que el ministro Sergio Massa controle la inflación.
En el kirchnerismo ya hablan de una posible reaparición pública de CFK en noviembre
La Vicepresidenta está molesta por las dificultades para controlar la suba de precios y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. De ahí que se entiende la posibilidad de que se entregue un bono para los empleados en relación de dependencia que ayude a paliar los efectos de la inflación, que las consultoras privadas estiman será mayor al 100%.
Ese número genera mucho enojo en Cristina Kirchner. Las tres cifras la molestan. Un malestar tan grande como el que tenía con Alberto Fernández el día que hizo público su enojo por el aumento de las prepagas. Cerca de la Vice juran que el Presidente le había prometido que no lo iba a aplicar. En el Gobierno dicen todo lo contrario.
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El episodio es tan solo una muestra más de la grieta que existe en el Gobierno que por estos días se acrecentó ante la exigencia del kirchnerismo duro de derogar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Cristina Kirchner plantea que no se deben discutir las candidaturas en una interna, sino que se debe hacer puertas para adentro. “Wado” de Pedro lo dijo públicamente al hacer las veces de su vocero.
Si Cristina Kirchner va a ser o no candidata a presidenta en 2023 es algo que solo ella sabe en su fuero íntimo. Nadie en su entorno se anima a adelantar semejante decisión.
Más agentes, una reconfiguración del Protocolo 7 y una posible reaparición que podría volver a exponer fallas
Hay sectores del núcleo duro “K” que entienden que CFK debería volver a mostrarse en público y es en este marco que en La Cámpora se habla de la posibilidad de que Cristina Kirchner reaparezca en un acto, que podría incluir militancia. Esto representará todo un desafío para su custodia, que según pudo saber TN ahora está compuesta por 120 agentes de la Policía Federal. No solo protegen a la expresidenta sino también a integrantes de su familia, entre estos a Florencia y nietos.
La rutina ya no es la misma. Los operativos de seguridad cada vez que Cristina Kirchner se traslada son mucho más rigurosos. Fue la propia Cristina Kirchner la que se encargó de aclararle a altos mandos de esa fuerza que ella misma pedía que la dejen estar en contacto con la militancia. Ese es el motivo por el que fueron muy pocos los cambios en su custodia.
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El anillo de los cinco se reforzó - las personas que rodean a la Vicepresidenta cuando esta se mueve en público - y la orden es la de respetar a rajatabla el Protocolo Nº 7, que marca las pautas generales con las que debe actuar la custodia de los funcionarios y dignatarios.
Es que en rigor hubo un incumplimiento del punto 2.4 del apartado “Reacciones”, que establece que ante un ataque el jefe de la custodia “deberá hacer agachar al dignatario tomándolo por el cinturón y haciendo que sus rodillas se inclinen ligeramente”. Nada de esto ocurrió.
La posible reaparición en público de Cristina Kirchner colocará en la mira a su custodia que podría volver a quedar expuesta ante cualquier tipo de eventualidad. Es todo un desafío para la división de la Federal que se encarga de resguardar a los mandatarios y expresidentes.