Agustina Díaz, amiga de Brenda Uliarte, es la nueva detenida que tiene la causa que investiga el ataque de Cristina Kirchner, tras un peritaje realizado al celular de la novia de Fernando Sabag Montiel, el hombre que le gatilló en la cabeza a la vicepresidenta, confirmaron fuentes del caso a TN.
Díaz, que no pertenece al “grupo de los copitos” que frecuentaba la pareja, es una especie de confidente de Uliarte. La confianza era tal que la joven le contó todo sobre el plan que desplegarían contra la presidenta del Senado en varios audios y mensajes que lograron recuperar peritos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). “La relación era muy intensa”, describieron las fuentes sobre la cantidad de conversaciones encontradas y su vínculo. Brenda la tenía agendada como “amor de mi vida”.
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A raíz de esas conversaciones, los investigadores concluyeron que la amiga de Uliarte estaba al tanto -desde al menos un mes atrás- de las intenciones de la pareja, aunque no habría tenido participación ni había estado en las cercanías del edificio de Juncal y Uruguay, en el que Sabag Montiel atacó a Cristina Kirchner. Además, las amigas tuvieron contacto telefónico tras el atentado.
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Díaz fue detenida el lunes por la noche en San Miguel durante tres allanamientos (dos en provincia de Buenos Aires y uno en CABA), en los que secuestraron celulares, dispositivos electrónicos, y elementos de interés para el expediente.
Fuentes del caso indicaron que el resto de los procedimientos están relacionados con el entorno de Uliarte, que no están vinculados con el grupo que vendía algodones de azúcar, liderado por Gabriel “Nicolás” Carrizo.
Tras las nuevas revelaciones del ceular, la jueza federal María Eugenia Capuchetti ordenó la detención de Díaz y levantó el secreto de sumario en la causa. Con la información obtenida, crece el rol de Brenda en la planificación del atentado.
En ese sentido, los investigadores profundizan el análisis de todo el material para determinar participaciones y distintos roles en la planificación del atentado: se centran, por pedido de Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, en la reconstrucción de los días previos al atentado, con observación pormenorizada de imágenes, comunicaciones y georeferenciación, para intentar establecer circuitos y recorridos, y posibles presencias reiteradas de terceros en torno al domicilio de Juncal y Uruguay.
Por el momento, pudieron determinar que hubo premeditación, rastreo del escenario donde cometerían el ataque y la búsqueda del momento para llevarlo a cabo. Incluso, se conoció una conversación del 27 de agosto, cuando la dispersión de los manifestantes por las vallas, provocó que abortaran el plan.
Los agentes de la PSA, a la vez, indagan en las conversaciones de grupos de odio en Telegram y Whatsapp en las que participaba la pareja de forma activa. “Es preocupante porque hablan de ‘la eliminación del otro’ como objetivo”, detallaron.
