Empezamos octubre, la recta final del año, y los temas importantes en la Argentina van quedando en el olvido: los carpinchos, la separación de Vicuña y la china Suárez y la reelección de Alberto. Después de dos semanas, Cristina y Alberto se reencontraron en la Rosada.
Sí, en este país es noticia cuando el Presidente y la vice aparecen juntos. Dicen que al encontrarse se saludaron con puñito. Y a Alberto le quedó un moretón. Son como esos familiares que están peleados y se reencuentran en un velorio.
Cristina no habló. Se quedó en silencio escuchando a Alberto durante 10 minutos. 10 minutos en pensamiento de Cristina son unos... 7343 etcéteras.
Alberto habló del diálogo. Y dijo: “No hace falta que pensemos igual”. Le faltó agregar: “Sino, mírennos. Yo pienso que soy presidente y Cristina piensa todo lo contrario”.
Al comenzar la semana, hicieron una cumbre para replantear la estrategia de campaña en la que estuvieron: Manzur, Aníbal, Kicillof, Máximo, Insaurralde, ¿y a que no sabés quién faltó? Alberto. Se quejó y dijo: “¿Por qué no me llamaron?”. Y le respondieron: “La reunión la puso el negro Manzur a las siete y media, pensamos que a esa hora estabas paseando a Dylan”.
El Gobierno dio un volantazo en la campaña, lo corrieron a Alberto y lo mandaron a timbrear al conurbano. La gente cuando escucha el timbre dice: “Ojalá que sea un testigo de Jehová”.
El gobierno de científicos terminó pidiéndole a Dios, haciendo cartas astrales, contratando tarotistas y usando cintitas rojas en la muñeca contra la envidia. Están a diez minutos del terraplanismo y de hacer una reunión con un espiritista.
La “Ministro de Salud pública que se atiende en sanatorios privados de la nación” fue operada de apendicitis en el Otamendi, un sanatorio que es más kirchnerista que los sobreprecios. Por el Otamendi pasaron: Ginés, Florencia, Máximo, Alberto, D’Elía. ¿Por qué no le ponen sanatorio Néstor Carlos Otamendi y listo?
La semana pasada te mostramos cómo vendían merca a metros de la dirección de investigaciones de la Policía bonaerense y de una oficina del Ministerio de Seguridad de Berni. Con el quilombo que se armó, el miércoles intervino la justicia, hubo 12 allanamientos entre La Plata y Berisso. Secuestraron 8130 kg de marihuana, 1208 kg de cocaína, 30 celulares, tres revólveres y dos pistolones, municiones y 288.000 pesos en efectivo.
Antes de presentar el informe el domingo pasado hicimos dos cosas: la denuncia en la Justicia y preguntarle al Ministerio de Seguridad si tenían denuncias o habían detectado esta situación de venta de cocaína en el centro de La Plata. Nos dijeron que no tenían registro de que eso pasara y también que no tenían ninguna denuncia.
Bueno, Berni dice ahora que ellos hace seis meses que venían reuniendo pruebas y que la Justicia no ordenaba el allanamiento. ¿Sabés qué? Es mentira. Hay una denuncia presentada por el Ministerio de Seguridad en la Justicia el 21 de julio. Denunciaron en julio, estamos a 3 de octubre, dos meses y 10 días. No son 6 meses Berni, espero que no cuenten así cuando pesan la droga que incautan. Suman bien, ¿no?
Pero, además, consultamos fuentes judiciales y nos explicaron que los allanamientos no se ordenaron antes porque la investigación que había presentado el Ministerio de Seguridad de Berni era muy pobre.
El nuevo Gabinete
El nuevo Gabinete es el de menor presencia femenina desde 2005. En los actos ahora pueden decir: “Bienvenidos a todos y... A ustedes dos”. Quedaron Vizzotti y Gómez Alcorta. Es una especie de “muestra gratis” de igualdad de género.
Son 19 hombres y dos mujeres, parece la división de un colegio industrial o una reunión en el Vaticano donde las dos mujeres son las monjas que atienden.
Escuchá estos datos sobre el “operativo platita”: cómo está imprimiendo billetes el gobierno Lo contó Lu Geuna en Verdad Consecuencia, el programa que hace con Maru Duffard los jueves en TN. Imprimen 4.5 millones de billetes de $1000 por día.
Esto equivale a:
- 187.500 billetes por hora
- 3125 billetes por minuto
- 52 billetes de $1000 por segundo.
Desde octubre del año pasado imprimen solo billetes de $1000. Y no quieren imprimir de $5000 porque eso sería reconocer la inflación. La fábrica de hacer billetes está desbordada. Trabaja las 24 horas del día, todos los días con planta completa del personal, en las dos sedes: Ciccone y Casa de la Moneda. La cantidad de empleados aumentó un 20%. Hoy son 800 los que solo se dedican a imprimir billetes.
Ciccone es la fábrica de mayor consumo eléctrico de Edenor de zona norte. Como no dan abasto, están comprando una máquina nueva para imprimir. Cuesta 150 millones de dólares.
El total de lo que demanda imprimir el Banco Central son 1642 millones de billetes por año, pero acá en Argentina solo se pueden imprimir 1200 millones. Los otros 400 millones los compran a Brasil y España.
Esto tiene que ver con la inflación que no cede y también con lo que te vamos a mostrar esta noche en PPT: el Frente de Todos está desesperado por remontar la derrota de las PASO y ganar las elecciones. Para eso inyectan plata en la calle. Pero además, apelan a lo de siempre: regalan de todo, desde heladeras hasta efectivo.
