- Graciela, la costumbre en este ciclo es comenzar proponiendo un pacto periodista-entrevistado de absoluta honestidad brutal, aun ante temas incómodos como en tu caso puede ser la cuestión del lugar de residencia de los candidatos de “Juntos”, o la pregunta por datos objetivos de la macroeconomía durante el gobierno de Macri. ¿OK?
- Dale, perfecto.
- Es todo un dato para mí saber cuál es la temática que vos elegirías para comenzar esta entrevista. ¿Cuál te gustaría que sea la primera pregunta?
- Me gustaría que me preguntes por qué creo que es clave que la gente vaya a votar, por qué esta es una elección paradigmática para la provincia de Buenos Aires.
- Perfecto. ¿Por qué creés que es clave que la gente vaya a votar? ¿Por qué es esta una elección paradigmática?
- Esta es una elección en la que definimos qué Argentina queremos para el futuro. Si queremos una Argentina que respete las instituciones, que respete la independencia del Poder Judicial, que no avance sobre los derechos y los patrimonios personales. Es una elección que define si el kirchnerismo va a tener mayoría propia en la Cámara de Diputados y mayoría agravada (NdR: ⅔ del total de la cámara) en el Senado. Cuando el kirchnerismo tuvo esas mayorías y transformó al Congreso en una mera escribanía a la Argentina le fue mal. Creo que, si logra esas mayorías en ambas cámaras, el kirchnerismo está dispuesto a volver al “vamos por todo” y a la “Cristina eterna”.
La charla con Graciela Ocaña es a través de una videoconferencia. Ella está sentada en un visiblemente confortable sillón de su casa de General Rodríguez, en el oeste del Conurbano bonaerense. Mientras conversa van y vienen sus perras, dos caniches color blanco, Nina y Caty. Allí vive con su marido Juan, con quien comparte su diaria desde hace 30 años.
De arranque, la precandidata que secunda a Santilli en una de las dos listas que Juntos lleva en territorio bonaerense, elige encuadrar la entrevista en un marco que repite y repite sin la menor de las sutilezas: la elección es contra el kirchnerismo.
- En la primera pregunta vas a fondo pronosticando que si gana el kirchnerismo el país casi que se destruye. Bueno, paso a contarte que -para bien o para mal- te has topado con un entrevistador fanático de la teoría de Tony Blair que promueve la llamada política basada en la evidencia. Así que te pido que pongas evidencia objetiva que sustente tu pronóstico de aquello que va a pasar si gana el Frente de Todos.
- La evidencia está en los proyectos que el kirchnerismo está impulsando. La Ley de Ministerio Público, la Reforma Judicial, que en realidad no son para mejorar el acceso a la justicia, la posibilidad de tener una justicia más rápida sino que lo que busca es la impunidad. Cooptar a la justicia. También, las leyes impositivas que impulsaron y que nos afectan a todos. El kirchnerismo desde que llegó creó tres impuestos y aumentaron 16 de los impuestos que ya existían.
- Las dos evidencias que elegiste me llevan a preguntarte desde qué lugar alguien que forma parte de Juntos por el Cambio hace la crítica. Primero hablaste de la justicia. Y a Macri hoy se lo investiga por el armado de una mesa judicial, se probó que recibía a jueces en la Quinta de Olivos y hasta existe una causa por supuesto espionaje ilegal del que supuestamente han sido víctimas -entre otros- Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. ¿Tiene espalda Juntos por el Cambio para pronosticar el futuro si gana el kirchnerismo?
-Gonzalo, vos me conocés desde hace muchos años. Yo siempre he bregado por la independencia de la justicia. No sirve tener jueces amigos porque son amigos mientras vos tenés el poder. Lo que necesitás son jueces y fiscales independientes. Respecto de los casos que mencionaste hay cuestiones que son reales como los ingresos de los jueces de la Cámara de Casación Penal a la Quinta de Olivos. Pero se hizo en momentos en que se estaba discutiendo la reforma del Código Procesal Penal. Ahora bien, si te tengo que decir con una mano en el corazón, a mi eso no me gusta. No me gusta que los jueces tengan relaciones con los dirigentes políticos por fuera de los juzgados. Eso sí que lo voy a cuestionar. No es bueno.
- Otro de los puntos de evidencia que elegiste es la cuestión económica. Si me pongo en abogado del diablo puedo decirte que durante el gobierno de ustedes los principales indicadores de la macroeconomía fueron malos. Eso incluso lo reconocen hasta los propios dirigentes de Juntos por el Cambio.
-El gobierno de Macri tuvo distintas etapas. Una primera etapa de crecimiento. Y después tuvo una situación que no manejó que fue la crisis que impacta en economías emergentes como la argentina. Por supuesto que se pueden hacer críticas a las políticas que se llevaron adelante, a la no-profundización de algunas cuestiones. Pero el problema de Argentina es más grave. El país hace 10 años que no crece. Si no bajamos los impuestos y no transformamos la política social en política de empleo la gente no va a progresar.
- Graciela, cuando ustedes fueron gobierno aumentaron los planes sociales.
- Hubo aumento de planes porque hubo una política social encarada por la ministra Stanley de actualización que hizo que muchas mamás accedan a planes que no tenían. Eso no es malo. Pero tenemos que hacer una transformación. Los planes te ayudan en un momento. Pero la política social no puede quedar en eso.
- Muchos exministros del gobierno de Macri decían que el Ministerio de Desarrollo Social resolvía todo con plata. ¿Compartís esta crítica?
-Sí, comparto. Hace poco el ministro de Desarrollo Social de la Nación me confesó en el Congreso que gran parte del dinero del ministerio se baja a las organizaciones sociales. No es algo bueno.
- ¿Ponés las manos en el fuego por Juntos por el Cambio y decirme que si ustedes fuesen gobierno no habría vacunatorio-VIP, ni Olivos-gate?
- Yo te puedo decir dos cosas. Una, la Ciudad de Buenos Aires. Ahí no existió el vacunatorio VIP. Ahí las personas piden turno y no se vacuna el de 20 años antes que el de 65. Vacuna que ingresa, vacuna que se da. Es una muestra. Y en segundo lugar, decirte que en las demás provincias que gobernamos se mantuvo la misma conducta.
- ¿Y el cumple de Carrió?
- Fue en otro momento. El cumpleaños de Fabiola fue durante la cuarentena estricta. No es lo mismo.
- ¿Cómo convivís con campañas ultramarketinizada? ¿Te gustó la movida del mechón de pelo de Diego Santilli?
- Yo creo en mi manera de hacer política. La transparencia, la buena gestión. Pero las campañas políticas tienen que llegar a todos a los ciudadanos. Lamentablemente con los temas que estamos hablando acá hay muchas personas a las que no llegamos. Ojalá la discusión política fuese más racional y la gente estuviera más involucrada. Por eso, lo del mechón fue una foto para introducir la candidatura de Diego Santilli. Pero nuestra campaña no se basa en eso. Hemos hecho propuestas. Estamos recorriendo la Provincia. Eso es lo más importante.
- ¿Y los políticos haciendo Tik Tok?
- Yo no uso Tik Tok. No me veo haciendo un Tik Tok. El riesgo del marketing es ridículo. Del ridículo no se vuelve.
- Se les critica mucho a ustedes la contradicción entre el lugar de residencia y el lugar de candidatearse.
- Creo que los problemas de los que viven en Villa Madero y de los que viven en Lugano son los mismos. No los divide una calle. Entre la Ciudad y la Provincia no hay divisiones. Los problemas son los mismos. Lo que hay que resolver son esos problemas. Una calle no divide los problemas de los argentinos.
Graciela Ocaña tiene 61 años. Es hincha de San Lorenzo. De chica iba mucho a la cancha y ahora lo sigue por la tele. Con su marido, se declaran fanáticos de Messi, a punto tal que hasta lo vieron jugar en el Nou Camp de Barcelona.
Ocaña es politóloga. En realidad, antes de eso empezó Derecho y dejó a los dos años. Su carrera política comenzó a mediados de los 90 en el FrePaSo, partido por el cual accedió a una banca de diputada nacional en 1999. Tres años después se subió al sueño de Elisa Carrió llamado ARI (Asociación para una República de Iguales).
Sin embargo, si un lector desprevenido ingresa a su Wikipedia lo destacable arriba de todo indica que fue parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Primero como titular del PAMI y luego como ministra de Salud de la Nación.
- ¿Qué te cautivó de ellos en aquel momento para aceptar semejantes cargos?
- A mí lo que me cautivó de Kirchner fue que me convocara para administrar el PAMI que era , junto con Yaciretá, uno de los monumentos a la corrupción. Me pareció un desafío importante. Yo en ese momento dije: “este hombre está loco que convoca a una dirigente opositora el manejo de semejante presupuesto”. Eso me cautivó. Y estoy orgullosa de mi gestión. Y sé que lo hice con mucha pasión. Y sin intervención. Y cuando no pude hacer más transformaciones, cuando no pude luchar contra la corrupción de algunas obras sociales, me fui.
- Bueno, pero aceptaste luego ser ministra de Salud. No es que te fuiste del gobierno.
- Lo hice por dos razones. Una era hacer las transformaciones que había hecho en el PAMI luego en el Ministerio de Salud. Y también porque yo creía que Cristina iba a mejorar la gestión de Néstor Kirchner. Ella habló de pactos básicos para los próximos 50 años. Cristina quería parecerse a Alemania. Ella aparecía como una dirigente transparente que buscaba mejorar las instituciones. Pero a partir de la pelea contra el campo aquella agenda se perdió. Renuncié y me fui a mi casa.
- Hagamos un esfuerzo republicano. Vamos a buscar puntos virtuosos en tus adversarios. ¿Qué te gusta de Cristina Kirchner?
- Tiene una visión política que le permitió volver al poder. Uno tiene que respetarla en eso.
- ¿Qué virtud le encontrás a Alberto Fernández?
-La verdad que me cuesta. Si me lo preguntabas dos años atrás hubiera encontrado varias. Pensé que era un hombre que conocía la administración pública y está haciendo una gestión desastrosa. Pensé que cumplía la ley y ahora la viola.
- Axel Kicillof.
- Me cuesta encontrar virtudes en Axel Kicillof.
- Victoria Tolosa Paz.
- No la conozco mucho. Me parece un émulo de Cristina Kirchner.
- Leandro Santoro.
- Lo conozco. Hicimos actividades juntos. Es un hombre honesto. No tengo dudas.
- Invertimos la carga del asunto. ¿Qué no te gusta de Juntos por el Cambio?
- Hay muchas cosas por mejorar. Seguramente hay muchas cosas para discutir internamente. Pero estoy en el espacio que quiero estar, con personas con historias políticas distintas pero mantenemos la idea del país que soñamos.
- ¿Qué no te gusta de Mauricio Macri?
- Que no fue a fondo en algunas cosas. Como dice Patricia Bullrich, “fue más sigamos que cambiemos”.
- Horacio Rodríguez Larreta.
- Horacio es un dirigente muy bueno que ha mostrado mucha y muy buena gestión. Le critico que se haya rodeado de los suyos, que no abra, que no de participación o apertura a otros dirigentes con experiencia.
- Diego Santilli.
-Yo me siento muy cómoda con Diego.
- Pero perfecto no es…
- Obvio (silencio)
- Elisa Carrió.
- No quiero hablar de Lilita. Tuvimos nuestras diferencias y ahora no las tenemos. Es una dirigente muy valiosa que ha hecho mucho por Argentina.
- ¿Qué no te gusta de vos?
- Uf, muchas cosas. Una es cierta inseguridad que a veces tengo a la percepción que los demás pueden tener sobre mí. Y no me gusta mi dureza y tozudez.
- Terminamos. ¿Qué te gustaría que te pregunte para finalizar la entrevista?
- Me gustaría que me preguntes por los adultos mayores que son quienes construyeron con trabajo y esfuerzo esta Argentina en la que vivimos. Hay que darles un mensaje de esperanza. Han sufrido mucho en este año y medio de pandemia. La han pasado muy mal. Los más afectados. El 75% de los fallecidos por la pandemia fueron adultos mayores. Decirles que vayan a votar. Que va a haber cuidados. Vamos a trabajar por ellos.