La muerte del papa Francisco sacude con fuerza el escenario internacional. Se trata de un hecho que, más allá de su dimensión religiosa, activa una respuesta global por el peso político que Jorge Bergoglio acumuló a lo largo de los años. El impacto de su fallecimiento no se explica solamente por su rol dentro de la Iglesia Católica, sino también por su presencia en las discusiones más calientes de la política internacional.
Una muerte global
Durante las últimas semanas, el deterioro en la salud del argentino provocó una intensa oleada de menciones y comentarios en todo el mundo, con especial énfasis en los Estados Unidos. En las últimas semanas, ese país lideró ampliamente el volumen de referencias al papa en redes sociales, con más de un millón de menciones. Detrás quedó Brasil, con algo más de 380 mil, mientras que la Argentina cerró el podio con poco más de 280 mil menciones.
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El foco de esta atención en territorio estadounidense se vincula con la relación entre la Iglesia Católica y el núcleo de poder del gabinete de Donald Trump, especialmente con su vicepresidente, J. D. Vance. La visita que Vance realizó al Vaticano y el encuentro cara a cara con Francisco generaron un tsunami de reacciones digitales. Desde expresiones de asombro hasta teorías insólitas que conectaron el fallecimiento del sumo pontífice con aquella audiencia, la narrativa digital estalló en interpretaciones de todo tipo.
Una muerte con ecos digitales profundos
Al comparar este hecho con otras muertes de figuras de alcance global, la desaparición física del papa Francisco se ubica entre los eventos de mayor repercusión en la conversación digital. Según el interés que se midió en Google, el fallecimiento de Bergoglio no superó la expectativa que generó en 2022 la muerte de la Reina Isabel II, aunque sí logró ubicarse por encima del volumen de consultas relacionadas con las muertes de Diego Maradona y Pelé, dos íconos indiscutidos del fútbol planetario.
Bergoglio y los argentinos, una relación cambiante
El vínculo de Jorge Bergoglio con sus compatriotas siempre mostró altibajos, sobre todo dentro de la conversación pública que se despliega en redes sociales. Sin embargo, durante los últimos dos años, esa relación experimentó un proceso de recomposición sostenida. El sentimiento digital que se expresó sobre el papa alcanzó sus mejores niveles en las semanas previas a su fallecimiento.
Durante 2023, el clima en redes tocó los valores más negativos. Sin embargo, esa tendencia cambió y para mayo de 2024 ya se registraron picos muy favorables. En abril, esa curva positiva se profundizó aún más. Incluso frente a su delicado estado de salud y, finalmente, ante su muerte, la semántica en plataformas digitales mostró un viraje notorio. En su país natal, las referencias hacia el líder máximo de la Iglesia Católica adoptaron un tono marcadamente más positivo.
Esta mejora también se reflejó con claridad en los medios de comunicación argentinos. Desde fines de 2024 hasta este abril, la narrativa mediática local sobre Francisco avanzó hacia climas discursivos cada vez más favorables.
La conversación digital argentina sobre el Papa
El análisis más fino de la narrativa en redes muestra que la muerte de Bergoglio dominó claramente el flujo de conversación digital en la Argentina. Esa charla se articuló en torno a su vínculo con el país, con menciones recurrentes a su simpatía por San Lorenzo de Almagro, y a su compleja pero significativa relación con el presidente Javier Milei.
Un actor político global
Jorge Bergoglio no se encuadró nunca dentro de la política partidaria argentina, pero nunca ocultó su mirada política. De hecho, su trayectoria mostró una participación activa en temas de alta temperatura, tanto en el escenario nacional como en el tablero global. Intervino en debates trascendentes dentro de la Argentina y también en negociaciones sensibles a escala internacional, como las que giran en torno a la guerra entre Rusia y Ucrania o los conflictos en Medio Oriente.
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En redes sociales argentinas, el papa Francisco se ubicó entre los quince dirigentes más mencionados del país. Ese ranking lo encabeza Javier Milei con una diferencia amplia, seguido por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En los medios de comunicación también figura entre los dirigentes políticos más citados.
Además, la figura de Bergoglio se destacó dentro del grupo de líderes con mejor percepción digital. En redes sociales, su nombre aparece como el tercero con mejores valores de sentimiento, y en la narrativa de los medios se posiciona como el quinto con mayores niveles de aprobación discursiva.