Cuando el Gobierno está inspirado no hay quien lo detenga. Todo sea por los más humildes. Es por eso que la Justicia dispone de tres jueces distintos para investigar una pegatina de carteles de “Cristina asesina” y quiere meter presa a una mujer que presuntamente los pagó.
No tuvieron tanta suerte los que murieron porque no les llegó la vacuna a tiempo. No hubo avances en la investigación sobre los que se las robaron. Y eso que publicamos sus nombres.
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Al kirchnerismo, en otro esfuerzo por los más débiles, se le ocurrió una nueva idea para conseguir más plata. Evasores y lavadores de dinero apoyan un proyecto de ley para que evasores y lavadores blanqueen su dinero. Con esa recaudación le pagarán al FMI la deuda que ellos mismos acaban de contraer. “Éxtasis”, hubiese repetido el abrazador de cajas fuertes.
El peronismo es todo en la Argentina. Ahora es oficialismo y oposición. Los que están con Alberto ven un país con índices económicos “fabulosos”, en cambio los que están con Cristina dicen que “esto no da para más”. Todos integran el mismo gobierno. Aplausos para tanta magia.
Todos los años mandan a controlar góndolas como si fuera una nueva idea y como si alguna vez hubiese funcionado. Hacen controles de precios y acusan a los empresarios de avaros. El eterno retorno de los funcionarios y sus recetas que no funcionan.
La vocera de Alberto dijo el jueves pasado que no iba a faltar gasoil. A las pocas horas teníamos un anuncio de paro de transportes y rutas cortadas por falta de combustible. Este jueves dijo que “no hay ningún riesgo de hiperinflación”. Hace bien en ponerse nervioso mi estimado.
Los sindicatos desde hace dos años se quedaron sin voz. Los “mansos” no hablan, no cortan, no paran. A pesar de tener la inflación más alta desde la década del ‘80. Esa protección empezará cambiar a medida que Alberto pierda poder en los próximos meses. Historia conocida.
Roberto Baradel es el primero en avisar. 60 minutos más de clases ha sido una ofensa para el defensor de las escuelas cerradas. Ya avisó que eso se llama “Sobrecarga de trabajo”.
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Dos datos: 17 millones de pobres y solo el 16 por ciento de los alumnos termina el colegio con los conocimientos suficientes. ¡No les exijan tanto a los gremios docentes!
La mayoría de los argentinos no saben disfrutar del éxito de las políticas de Alberto. Será que están ocupados intentando llegar a fin de mes. El resto está planificando el próximo acampe.
“Todo pasa”, dijo el dueño de la pelota alguna vez. No desespere querido lector. El peronismo ya está trabajando en el 2023 para tener un nuevo dirigente que prometa lo que nunca va a cumplir.
