TN

Temas de hoy:

  • Javier Milei
  • Elecciones 2025
  • Alerta meteorológica en CABA
  • Franco Colapinto
  • Dólar hoy
  • River Plate
  • TN Cultura
  • Opinión
  • Ingresar
    EN VIVO
    tnOpinión

    Escasea el pan, que al menos abunde el circo: vuelve Fútbol para Todos

    En su desesperación por recuperar el entusiasmo, sino de los votantes, al menos de sus fieles, Cristina Kirchner está reflotando sus políticas más emblemáticas, en la errónea idea de que fueron las más exitosas.

    Marcos Novaro
    Por 

    Marcos Novaro

    21 de enero 2022, 12:24hs
    Escuchá la noticia
    La presidenta del Senado, Cristina Kichner, y el senador Oscar Parrilli. (Foto de Archivo: Télam)
    La presidenta del Senado, Cristina Kichner, y el senador Oscar Parrilli. (Foto de Archivo: Télam)

    El kirchnerismo tiene cada vez menos imaginación. Por eso, en estos días en que todo le sale mal -está al borde del precipicio de la aceleración inflacionaria, a punto de caer en default con el FMI y quedarse fuera del mapa, y no atina a hacer nada para combatir el 54% de niños en condición de pobreza-, su mayor, sino único sueño, es restaurar lo que solo en su cabeza puede concebirse como un pasado dichoso: el segundo gobierno de Cristina Kirchner.

    Y como de esa gestión lo menos malo es en verdad imposible de repetir (entonces la inflación era la mitad que ahora, todavía había algunos miles de millones de reservas del Banco Central para que el gobierno manoteara, y la pobreza afectaba “solo” al 30% de la población), Cristina y los suyos parecieran dispuestos a conformarse con recrear sus políticas más absurdas y dañinas, porque al menos son más o menos baratas y fáciles de implementar.

    Es en este marco que hay que entender la ofensiva que la vice y sus seguidores vienen desplegando, desde fin del año pasado, para escalar su guerra permanente contra la Justicia independiente, enfocada ahora en la Corte Suprema, para alimentar la diplomacia ideológica y confrontar con Estados Unidos y las demás democracias occidentales y, no podía faltar, también para reactivar su ley de medios y la propaganda militante.

    ¿Qué mejor entonces que reflotar Fútbol para Todos? No vaya a ser que la próxima campaña electoral, para la que ya se están preparando, los encuentre sin una plataforma adecuada para propalar sus innovadoras ideas sobre lo que el país necesita.

    Un gran verso

    Una persona necia se caracteriza básicamente por repetir comportamientos que le dieron mal resultado en el pasado, en la ilusión de que si insiste con ellos una y otra vez, finalmente va a salirse con la suya. Es lo que hizo el senador neuquino Oscar Parrilli cuando presentó su proyecto para reflotar el programa de televisación gratuita del fútbol: insistió en todas los macaneos y las tergiversaciones que había usado en 2009 para justificar algo parecido.

    Ante todo, la idea absurda de que una medida de este tipo no va a traer costos, ni al fisco y los contribuyentes, ni a los clubes de fútbol, ni siquiera a las empresas involucradas.

    Según Parrilli, igual que se dijo entonces, va a haber más plata para repartir. Y se tomó entonces el trabajo de empezar a repartirla: prometió que 50% de los beneficios irían para desarrollar “infraestructura deportiva infanto-juvenil en poblaciones vulnerables”; 30% para la AFA; 20% restante para la Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado. Un gran verso.

    Recordemos que en 2009 también se dijo que las transmisiones televisivas de fútbol no solo iban a ser gratuitas para los ciudadanos, sino que iban a ser un negoción para el Estado, que iba a hacer entonces grandes inversiones con ese financiamiento. Terminamos pagando alrededor de más de 1.000 millones de dólares en impuestos, para cerrar un nuevo agujero fiscal, con el solo objetivo de que el Gobierno de aquel entonces tuviera público cautivo al que enchufarle propaganda a su favor en los entretiempos, e incluso durante las mismas transmisiones.

    Saturar con propaganda oficialista

    Saturar a la audiencia de propaganda oficialista no le sirvió al kirchnerismo para ganar las elecciones de 2013, ni las de 2015, pero sí alcanzó para llevar al quebranto a buena parte de los clubes de fútbol. Lo que se empezó a revertir a partir de 2017. Ahora Parrilli promete que los clubes no van sufrir recortes en los recursos que reciben de las empresas que venden el “pack” de fútbol (Disney y TNT) porque “solo se incluirán en las transmisiones gratuitas el 30% de los partidos”. Es decir, se elegirían 4 por semana. Pero su proyecto también establece que esos 4 se van a elegir entre los de más convocatoria, es decir, los que pagan más derechos de publicidad. Lo que tendrá obviamente un doble efecto negativo sobre los clubes: perjudicará en particular a los más chicos y de escasos recursos, porque los dejará aún más lejos de la audiencia, al discriminar a sus seguidores, que serán los únicos que van a tener que seguir pagando por ver jugar a sus equipos.

    Imaginemos que, para evitar esto último, se decida alternar los equipos cuyos partidos se trasmitan gratuitamente, entre los 28 que hoy participan de Primera División. Los interesados en ver jugar a los de su preferencia tendrían entonces que seguir pagando el pack, porque se perderían de otro modo el 70% de los partidos que quisieran ver. Es decir, habría un perjuicio enorme para las empresas y los clubes, y ningún beneficio para la audiencia. Más absurdo no podía ser Parrilli, pero lo logró: está empeorando un modelo ya probadamente malo.

    Fusión Disney y Fox

    Parrilli también machaca, para justificar su proyecto, con otro argumento traído de los pelos y muy utilizado en la época en que se impuso la ley de medios kirchnerista: la necesidad de “desconcentrar” la oferta de canales, en este caso los de deportes (entre los dos principales oferentes del género tienen actualmente 8 señales), y de forzar a las empresas que los gestionan a “desinvertir” en ellos, es decir, a entregárselos a otras empresas.

    Que esto no es solo una ocurrencia de Parrilli lo prueba el hecho de que la Secretaría de Comercio viene presionando a Disney y Fox por su proceso de fusión, ha rechazado al menos dos propuestas de la primera para “desinvertir”, y ya fracasó en algunos intentos de favorecer a otros aspirantes a entrar al negocio. Es decir, el Gobierno, por distintas vías, ya hace tiempo que viene haciendo lo que Parrilli niega que vaya a resultar en caso de que su proyecto se apruebe: perjudicar a las empresas que invirtieron, firmaron contratos y tienen derechos adquiridos en la actividad.

    Todo bajo la doble, y doblemente vergonzosa meta, de favorecer a otras firmas más afines, o que los dirigentes oficialistas imaginan más afines, y dañar los intereses de las que imaginan aliadas o ligadas a la gestión macrista, o simplemente pertenecen a compañías extranjeras.

    No deja de sorprender, en este último aspecto, que tanto Parrilli como la secretaría que dirige Roberto Feletti estén avanzando con sus iniciativas justo cuando el Gobierno argentino enfrenta la negativa tanto del staff del FMI como de los funcionarios norteamericanos a aceptar sus planteos para renegociar su deuda con aquel organismo.

    Cristina está haciéndoles saber, a los interlocutores externos pero también al resto del funcionariado local, y a la sociedad, que ella siempre va a preferir una buena pelea a un mal arreglo, y entenderá por “mal arreglo” cualquier cosa que afecte sus intereses, o limite sus sueños de autarquía y restauración de paraísos perdidos. No convendría que los destinatarios de ese mensaje minimicen su capacidad de daño.

    Las más leídas de Opinión

    1

    La pelea absurda entre Macri y Milei le regala la Ciudad al kirchnerismo y el populismo corrupto sonríe

    Por 

    Jonatan Viale

    Suscribite a los newsletters de TN

    Recibí las últimas noticias de TN en tu correo.

    Temas de la nota

    Fútbol Para TodosCristina KirchnerDisney

    Más sobre Opinión

    Mientras Javier Milei y Mauricio Macri pelean, gana el kirchnerismo. (Foto: Presidencia / Cristina Kirchner de Instagram).

    La pelea absurda entre Macri y Milei le regala la Ciudad al kirchnerismo y el populismo corrupto sonríe

    Por 

    Jonatan Viale

    Carlos Rovira, hombre fuerte en Misiones (Foto Télam)

    Carlos Rovira, la prueba viviente de que la casta va a sobrevivir a Milei

    Por 

    Marcos Novaro

    Las enfermeras cumplen un rol clave en el sistema de salud.

    La nevada invisible: la crisis de enfermeros afecta el sistema de salud a nivel mundial

    Por 

    Victoria Brunelli

    Los comentarios publicados en TN.com.ar podrán ser reproducidos parcial o totalmente en la pantalla de Todo Noticias, como así también las imágenes de los autores.

    © 1996 - 2025, Artear

    Seguinos en las redes

    Descargate la app de TN

    google-playapp-store

    Últimas noticias

    • Novedad en Threads: su algoritmo dejará de despreciar a las publicaciones con enlaces
    • Una nena de 13 años lucha por su vida tras recibir un disparo en la cabeza: sospechan que jugaba con un arma
    • Apareció otra foto de Lourdes Sánchez con su supuesto amante: mano indiscreta y escándalo
    • Franco Colapinto vuelve a la Fórmula 1 en el Gran Premio de Emilia-Romaña en Imola

    Secciones

    • Últimas noticias
    • Elecciones 2025
    • Deportivo
    • Show
    • Economía
    • Internacional
    • Opinión
    • Policiales
    • Política
    • Sociedad

    Sitios amigos

    • Grupo Clarín
    • Artear
    • eltrece
    • Ciudad Magazine
    • El Doce
    • Cucinare
    • Canal (á)
    • Clarín
    • Olé
    • Mitre
    • La 100
    • Cienradios
    • TyC Sports
    • La Voz
    • Vía País

    Descargate la app de TN

    google-playapp-store

    Seguinos en las redes

    © 1996 - 2025, Artear

    Mapa del sitio
    Términos y Condiciones
    Políticas de privacidad
    Media Kit