Buenos Aires ama a Joaquín Sabina, por eso es una de las escalas más importantes de su gira, “Contra todo pronóstico”. Este domingo fue la primera de seis fechas (prácticamente agotadas) en el Arena de Villa Crespo y el español se dejó la garganta en el escenario, repasando grandes temas de toda su carrera.
“Las historias de amor no se explican con la cabeza, se sienten con el corazón. Y esta es una historia de amor. Venimos de Costa Rica, de Lima, de Bogotá, de Chile... pero solo al llegar a Ezeiza me siento en casa”. Y claro, explotó el estadio. Con su voz ronca pero inusualmente potente, sentado en una silla todo el show, bombín blanco y saco a rayas, Joaquinito despertó sonrisas, emocionó, mantuvo casi las dos horas al público de pie, hizo corear sus éxitos y arrancó gritos a las 15 mil almas que llenaban el Arena.
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Una gira con sabor a despedida
“Contra todo pronóstico”, gira que ni él se esperaba hacer como bien indica su nombre, suena a despedida, mitad melancólica mitad alegre. Tiene una cuidada elección del repertorio, con canciones de todos los tiempos que hicieron vibrar al público sabinero.
“Joaquín Sabina, a sus setenta y cuatro años, de vuelta de todo y curado de espantos por viejo y por diablo, anuncia su regreso a los escenarios para deleite de sí mismo y de su público”, reza el programa, redactado al estilo del cantautor.
“Cuando era más joven” fue el puntapié inicial para el primer tramo del show, con canciones en las que Joaquín habla de sí mismo, desde diferentes perspectivas según pasan los años. De fondo, una serie de fotos de un Sabina con muchísimo menos que 74 años.
Completó esta especie de biografía con “Sintiéndolo mucho”, la canción que da nombre a su documental y “Lo niego todo” (más adelante retomaría con “Tan joven y tan viejo”).
Acompañado con su banda siempre impecable, con algunos cambios (Pancho Varona no es parte de esta gira y entró en guitarras Borja Montenegro) pero con algunos incondicionales (como el gran Antonio García de Diego, el señor de los mil instrumentos Josemi Sagasti o la voz incomparable Mara Barros), se metió de lleno a tocar los corazones con “Mentiras Piadosas” y de ahí en más llevó al público a bordo de una montaña rusa de tiempos y emociones, con una serie de hitazos de diferentes álbumes.
Para tomarse un descanso, se excusó diciendo que había que sacarle partido a canciones que ahora “se le atragantan” y dejó el escenario en manos primero de Mara Barros, que hizo una deliciosa versión de “Yo quiero se una chica Almodóvar” y García de Diego que no defraudó con “La canción más hermosa del mundo”.
Sin ninguna duda,”Con la frente Marchita” que tanto lo conecta con Buenos Aires, fue la canción que estalló el Arena, que ya no se sentó más y no pudo parar de hacer coros, palmas y encender flashes,
Pero por ahora, nada de adiós muchachos
Y aunque haya sonado a despedida, con un Joaquín Sabina notablemente emocionado con su público (tal vez por eso casi sin hablar entre tema y tema) el verso que le devolvieron desde las butacas casi a los gritos fue el de “Tan joven y tan viejo”. “Así que de momento, nada de Adiós muchachos”. Y de momento, así es. Todavía le quedan 5 fechas en el Arena de Buenos Aires, una en Córdoba y una en Rosario. Y le falta Uruguay, México, Miami y una larga lista de funciones en toda España.
“Gracias, gracias, gracias, qué maravilla estar con vosotros aquí en Buenos Aires. Hasta siempre”, fue el simple y sencillo mensaje de Sabina antes de dejar el escenario, ovacionado y aplaudido a más no poder.
Así sigue la gira de Sabina en Argentina
Arena de Buenos Aires
15 de marzo - agotada
21 de marzo - agotada
23 de marzo - agotada
25 de marzo - últimas localidades
27 de marzo - agotada
Estadio Kempes - Córdoba
18 de marzo - agotada
Autódromo de Rosario
29 de marzo - últimas localidades
La banda completa de Joaquín Sabina
Guitarras, teclados y armónica: Antonio García de Diego
Guitarras: Jaime Asua Abasolo
Guitarras: Montenegro Borja
Saxo y percusión: Josemi Sagaste
Batería: Pedro Barceló
Bajo: Laura Gómez Palma
Coros: Tamara Barros
