El primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) ya se encuentra plenamente operativo y en condiciones de transportar 11 millones de m3/día de gas natural desde Vaca Muerta, luego de concluir su proceso de llenado y presurización. Este comenzó el 20 de junio, en forma progresiva y escalonada.
Al completarse la carga total con 25 millones de m3, el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner puede inyectar gas a la red troncal a través de la conexión con el NEUBA II en Salliqueló, provincia de Buenos Aires, desde donde llega a los centros de consumo.
En el último capítulo del especial Explora Gasoducto, Jime Grandinetti compartió con los trabajadores la experiencia de haber terminado la primera parte de una obra de esta magnitud y repasó los números y el impacto que tendrá a futuro.
Final de obra del primer tramo del gasoducto Presidente Néstor Kirchner
La finalización de la primera etapa del GPNK se vivió de forma festiva entre los trabajadores de la obra. “Cuando va terminando, siempre hay festejos. Se termina una fase o una etapa y a nosotros nos llena de orgullo, aparecen las lágrimas, los cantitos. A partir de ahí, empieza el relax”, confesó Pablo Leonardi, gerente de Construcción del Tramo 2.
Números del gasoducto Presidente Néstor Kirchner
La primer etapa del GPNK tiene una extensión de 573 kilómetros entre Tratayén y Salliqueló, atravesando las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, y para su construcción de utilizaron más de 47.700 caños de 12 metros de largo y de 36 pulgadas de diámetro cada uno. La obra se realizó en un tiempo récord de 10 meses, cuando lo usual para este tipo de emprendimientos es que demande 24 meses.
Impacto económico y futuras etapas
Víctor Bronstein, director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad, hizo un balance de la obra y explicó qué impacto tendrá: “A partir de encontrar el recurso, es decir el shale gas en Vaca Muerta, y la recuperación de YPF para invertir y desarrollarlo, lo que faltaba era el gasoducto para poder transportarlo. Con todo esto, la primera etapa nos va a permitir reemplazar importaciones y de esa manera ahorrar dólares a la vez de garantizar nuestra seguridad energética”.
“La capacidad de producción de gas, que la Argentina ahora tiene, le va a permitir al país jugar en los mercados internacionales como exportadora, especialmente en el escenario que replanteó la invasión a Ucrania ya que Europa importaba el 80% de su gas desde Rusia”, resaltó Bronstein.
En este sentido, lo que está proyectado para el futuro es una segunda etapa del gasoducto Presidente Néstor Kirchner. Esa nueva obra llevará los caños desde Salliqueló, en el oeste bonaerense, hasta el pueblo de San Jerónimo, entre las ciudades de Rosario y Santa Fe, con una longitud de 470 kilómetros. Desde allí, el GPNK se juntará con el Gasoducto Norte de TGN y dos gasoductos de exportación, uno hacia Uruguay y otro hacia Brasil.