El mundo observa expectante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca para ocupar una vez más el puesto de presidente de los Estados Unidos, y con él llega también la vuelta de Melania Trump como primera dama.
Fotografiada para Vogue por Mario Testino en su casamiento en 2005 y portadora de las firmas de lujo más importantes, ahora volvió a desplegar todo su estilo en el mundo del poder.
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Durante un servicio en la iglesia Saint John’s de Washington que formó parte del cronograma de la inauguración, se lució de la mano de su marido con un abrigo azul navy estilo robe manteau que usó a modo de vestido, una de las prendas favoritas de las mujeres de la política. Lo firmó un nuevo talento de la moda americana: Adam Lippes.
Elegantísima, combinó la pieza con una camisa blanca, stilettos negros y guantes a juego. Además, la exmodelo sumó un sombrero navy de copa recta y ala plana con un lazo blanco.
Melania Trump a puro brillo
Antes de la ceremonia religiosa, el presidente electo y su primera dama asistieron a una cena en el Museo Nacional de la Construcción de Washington. Una vez más, Melania Trump acompañó al mandatario, que se lució con un esmoquin negro con solapas de raso y moño.
En esta oportunidad, la exmodelo también apostó a un elegante vestuario en blanco y negro de camisa y capa larga con solapas de raso. Como prenda estrella eligió una falda negra de paillettes, un toque de brillo que sacó a relucir su lado más extravagante y fashionista.
Como de costumbre, el beauty look fue impecable: llevó el pelo suelto peinado con raya al costado y volumen en las puntas y maquillaje sutil, pero glam que incluyó máscara de pestañas, delineado, rubor en las mejillas y gloss en los labios.
Tras una glamourosa inauguración, ahora queda esperar a ver con qué apuestas deslumbrará Melania Trump en las próximas apariciones públicas como primera dama.
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