La decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a la importación de acero y aluminio abrió un frente de conflicto global que tendrá un escenario de disputa en Buenos Aires, en la primera reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales que se llevará a cabo durante la presidencia argentina del G20, los próximos lunes y martes.
Funcionarios de los países miembros del G20 ya advirtieron que buscarán incluir el tema en el debate, en distintos intercambios de correos que tuvieron durante las rondas preparativas del encuentro, indicaron a TN.com.ar fuentes que participan de esas negociaciones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la semana pasada que ese país impondrá aranceles del 25% y del 10% a las importaciones de acero y aluminio. Si bien indicó que abriría un régimen para tramitar excepciones -la medida apunta a China- ya provocó alertas en la Unión Europea y también en la Argentina. El secretario de Comercio, Miguel Braun, viajó a Washington para intentar que las exportaciones de Techint y Aluar sigan entrando sin costos extras.
// El Gobierno le pidió a Estados Unidos una excepción en los aranceles al acero y al aluminio
La comisaria de Comercio de la Unión Europea (UE), Cecilia Malmström, confirmó el jueves que se reunirá con su par de Estados Unidos, Wilbur Ross, la semana próxima. En paralelo, las delegaciones europeas, estadounidenses y chinas coincidirán en la Argentina.
La primera reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Banco Centrales del G20 comenzará el lunes en el Centro de Exposiciones de Recoleta. La Argentina recibirá a casi cincuenta altos funcionarios de los países industrializados más importantes del mundo, que concentran el 85% del PBI global, dos tercios de la población y el 75% del comercio exterior. También participará del encuentro Christine Lagarde, la directora gerente del FMI, que llegó al país el jueves.
Desde este sábado, los asesores económico financieros de los países, conocidos como deputies, mantendrán reuniones de índole técnico. Por la Argentina, participarán Laura Jaitman, deputy de Finanzas del Ministerio de Hacienda, y Demian Reidel, vicepresidente 2° del Banco Central. Ellos son los encargados de coordinar la agenda del encuentro de altos funcionarios, que contará con la presencia de Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger.
Según Jaitman, existe en el ámbito del G20 un "canal de sherpas" (asesores) para discutir temas vinculados al comercio global. Sin embargo, admitió que el tema podrá colarse en uno de los "capítulos" de la agenda que debatirán los ministros, llamado "economía global". Allí podrá discutirse lo que los funcionarios propongan.
Reidel amplió: "En el canal de sherpas se tratan los temas comerciales. No es una cosa novedosa, siempre hay temas complejos y visiones diferentes, es parte del proceso natural y no esperamos nada diferente. Hay un ítem de la agenda que es para discutir todos los temas de riesgo de la economía. Sospecho que algo se va a hablar, es más que sospechable".
// Argentina quiere que el G20 impulse la inversión en infraestructura
En diciembre del año pasado, la Argentina recibió la conferencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Allí también, la posición de Estados Unidos chocó con la del resto de los países e impidió acuerdos.
Trump enfoca su artillería comercial contra China, principal productor y exportador de productos de acero y aluminio. Pero no solo eso. Según la agencia AFP, la Casa Blanca analizará "en las próximas semanas" un paquete de medidas comerciales contra el estado asiático, principalmente focalizadas en la propiedad intelectual.
La Argentina, en tanto, busca instalar en el G20 una agenda mucho más conciliadora. El lema de la presidencia es "construyendo consenso para un desarrollo equitativo y sostenible".
Bajo esa premisa, el país intenta impulsar el debate sobre el financiamiento de la infraestructura a nivel global (el desarrollo de instrumentos financieros que permitan que los grandes fondos de inversión presten para obras en países emergentes); el impacto de las nuevas tecnologías en el mundo del trabajo; la promoción de un "sistema impositivo global inclusivo" -con particular interés en cómo cobrar impuestos a las nuevas plataformas de servicios digitales, como Netflix y Airbnb-, y la búsqueda de preceptos globales de inclusión financiera.