En una nueva jornada de tensión financiera, este martes el dólar oficial subió un nuevo escalón y cerró en $1400 en el Banco Nación, los bonos cayeron 7%, las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street perdieron hasta 7,5% y el riesgo país superó los 1200 puntos. En gran parte, los números rojos reflejan que, pese a respaldo de Estados Unidos, todavía persiste una fuerte preocupación por los pagos de deuda del año que viene y la falta de acumulación de reservas.
El indicador que mide JP Morgan finalizó este martes en 1230 puntos, 106 unidades por encima del cierre previo. Con estos niveles, se encarece aún más el costo de financiamiento global y complica el objetivo del equipo económico de salir a los mercados internacionales en 2026.
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En este contexto, los especialistas insisten en que el Gobierno necesita acumular dólares de forma sostenible, no solo para tener las divisas suficientes para cumplir los compromisos sino también, para dar una señal clara respecto a la posibilidad de afrontarlos.
En las últimas jornadas, el nerviosismo se agudizó porque si bien el Tesoro acumuló cerca de US$2200 millones -según informó el director del Banco Central, Federico Furiase-, eso no sería suficiente para asegurar los próximos vencimientos de deuda.
Además, durante la jornada de este martes algunos referentes del mercado deslizaban que el Gobierno habría vuelto a vender dólares para contener la suba. Sumado a esto, algunos expertos marcaron también que el Tesoro solo se habría quedado con el 35% de lo liquidado por el agro tras la aplicación del programa de retenciones cero.
“Hoy era el último día de liquidación del campo y, como era de esperar, todos los dólares estuvieron demandados. Sin embargo, lo más llamativo fue que en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) apareció un paredón de US$2000 millones en $1380. Por el volumen, estimamos que es el Tesoro. Si bien se opero poco en ese nivel, es preocupante que haya aparecido ahí”, analizó Nicolás Cappella, de IEB.

“En noviembre hay pagos al FMI por más de US$500 millones. Con lo cual, está claro que el Tesoro seguiría corto de cara a los pagos de capital e intereses de Bonares y Globales de enero de 2026, y debería apostar a utilizar alguna de las fuentes del Tesoro para complementar y/o apostar a sumar más compras en noviembre‐diciembre, de la mano de la cosecha fina", explicaron en Outlier.
En realidad, la mirada de los inversores está especialmente focalizada en los vencimientos de enero, que promedian los US$4000 millones. Pero la situación es más grave si se evalúa que para 2026 los compromisos oscilan entre US$17.000 y US$19.000 millones, de acuerdo a los instrumentos que se tengan en cuenta. Esta cifra, tal como explicó TN, representa aproximadamente al 40% de las reservas brutas del Banco Central, que se ubican en US$40.374 millones.
Riesgo país y reservas
“El riesgo país, que es una forma de medir la probabilidad de default que le asigna el mercado a los bonos, tiene una correlación negativa y casi lineal con el nivel de reservas -resumió Gonzalo Lacunza, economista de Empiria-. Las reservas son una señal de capacidad de pago de un país. El mercado no pareciera poner en duda la voluntad de pago de este Gobierno, pero sí la capacidad de repago sin acceso al mercado”.
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A modo de ejemplo, comparó que otros países de la región cuentan con reservas equivalentes al 15% y el 20% de su PBI. Para alcanzar ese nivel, la Argentina debería tener unos US$100.000 millones de reservas brutas.
“Una macroeconomía estable requiere de un Banco Central con muchas reservas. Esto es todavía más importante para países bimonetarios como la Argentina, Uruguay y Perú. Ellos han mantenido reservas equivalentes a entre 25 y 30% del PBI -sumó el economista Martín Rapetti, de Equilibra-. El rescate del Tesoro norteamericano tiene que ser aprovechado para iniciar el camino de la acumulación de reservas. Será un camino largo del que no nos podemos desviar”.