En los últimos días se cerraron las inscripciones para acceder a los vouchers educativos y el Ministerio de Capital Humano dio a conocer los primeros datos de la convocatoria al programa. En comparación con 2024, cayó un 42,91% la cantidad de alumnos inscriptos.
“Durante el periodo de inscripción se registraron 620.331 solicitudes, una cifra considerablemente menor a la del año anterior, cuando se inscribieron 1.086.584 estudiantes para recibir este apoyo económico”, informó en un comunicado la cartera que conduce Sandra Pettovello.
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La medida incluye a los tres niveles (jardín, primario y secundario) y permite cubrir hasta el 50% de la cuota mensual sobre la jornada simple. Sin embargo, no está destinada a todas las escuelas, sino únicamente a las de gestión privada con una aporte estatal del 75% o más. A modo de ejemplo, en el caso del nivel primario, con una subvención del 100%, el beneficio ronda los $13.000 por hijo.
A la hora de anotarse, los usuarios debían cumplir una serie de requisitos para recibir el beneficio. La suma de los ingresos del grupo familiar no podía superar los $2.077.824 (que equivale a siete Salarios Mínimos, Vitales y Móviles) y el alumno debía ser regular de la institución educativa al momento de inscribirse.
A diferencia de la primera convocatoria, la Secretaría de Educación incorporó una nueva condición este año: las instituciones le deben informar cada tres meses a Capital Humano que las familias que reciben el voucher estén al día con el pago de las cuotas. En caso de irregularidades, se suspenderá el envío de la asistencia.
Vouchers educativos: por qué cayó la cantidad de inscriptos para recibir el beneficio
La caída en la cantidad de alumnos inscriptos en la comparación de un año a otro pudo deberse a diversos factores, como la dificultad para realizar los trámites administrativos o el bajo monto otorgado.
En Capital Humano argumentaron que el descenso en la demanda de vouchers “no resulta llamativo en un contexto donde la reducción de la pobreza refleja el impacto de las políticas implementadas por el gobierno nacional".
“La asistencia directa en la canasta básica y en la Asignación Universal por Hijo (AUH), sin intermediarios, junto con una estrategia sostenida para contener la inflación, explican en gran parte este cambio”, defendieron.

Sin embargo, especialistas consultados por TN marcaron algunas diferencias. Por caso, el secretario ejecutivo de Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA), Martín Zurita, sostuvo que las trabas burocráticas y el monto a cobrar desincentivaron a las familias a anotarse. “Al principio se decía que era el 50% de la cuota base, pero la cuota base no es la cuota total. Entonces, muchas familias vieron que la cifra no era tan significativa y decidieron no anotarse", explicó.
Perpetuo Lentija, secretario general de la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (ADEEPRA), coincidió en que la cifra que perciben los alumnos es acotada: “En la mayoría de las casas, el voucher cubría otras cosas -como comida, útiles o transporte- y no alcanzaba para el pago de la cuota”.
También advirtió que hay familias que apenas exceden el umbral de siete salarios mínimos para tener el subsidio y no pueden inscribirse. “Hay familias que, aunque no hayan mejorado significativamente su situación económica, superan por poco el límite permitido para recibir la ayuda y quedan afuera”, dijo.
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En ese sentido, Zurita insistió en ampliar el alcance de la medida a todas las escuelas subvencionadas, no solo a las que cuentan con el 75%. “Tenés más de 600.000 alumnos que se inscribieron y la demanda sigue siendo igualmente alta. Hay escuelas que tienen el 50% o el 60% de ayuda estatal en las que muchas familias podrían aplicar, pero que no están accediendo por ese requisito”, expuso.
Por su parte, la doctora en Sociología de la Educación, Cecilia Veleda, detalló que solo un 30% de los estudiantes de todo el país asiste a escuelas privadas y esta matrícula está concentrada en provincias como la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba o Mendoza. En otras como San Luis o La Rioja representa menos del 12%.
De hecho, según los datos que dejó el programa en 2024, las provincias que mas beneficiarios tuvo fueron Buenos Aires (335.000); Córdoba (76.055); Santa Fe (67.431). Luego, se ubicaron Misiones (35.975), Ciudad de Buenos Aires (31.835) y Mendoza (29.228). En el listado después aparecen más alejadas Tucumán (24.096); Santiago del Estero (22.696); Entre Ríos (21.661); Chaco (17.310); San Juan (16.419); Corrientes (12.078) Salta (10.303). Por último, estuvieron Catamarca (9681); Jujuy (8756); Río Negro (5674); Formosa (4732); San Luis (4307); La Rioja (2460); La Pampa (1649); Tierra del Fuego, Antártida e Islas Atlántico Sur (1489); Neuquén (1176) y Santa Cruz (975).
“La gran mayoría de las escuelas privadas ya recibe subsidios por parte de los gobiernos provinciales, por lo cual el gobierno nacional está otorgando más recursos a las familias de escuelas privadas, mientras desfinancia las escuelas estatales ya que viene recortando el presupuesto para Educación", apuntó Veleda.
Morosidad en el pago de las cuotas
En general, los especialistas destacaron que no se registró un porcentaje de morosidad alto en los primeros tres meses del ciclo lectivo, aunque sí hay índices elevados entre los sectores más vulnerables.
“La situación es muy variable, pero en general, quienes atraviesan mayores dificultades económicas tienden a pagar más tarde, lo que genera desajustes importantes. El colegio, por su parte, no puede postergar el pago de sueldos ni otros compromisos, lo que pone en tensión su correcto funcionamiento”, advirtió Lentija.
Y cerró: “Las penalidades por mora son bajas, entonces muchas personas no se hacen problema por abonar fuera de tiempo. Si fueran más elevadas, quizás hubiera menos retraso”.