En tiempos de incertidumbre económica, una tendencia de consumo crece entre las familias argentinas: la compra de media res de carne. Esta modalidad, que históricamente fue territorio exclusivo de los carniceros, ahora se ofrece directamente al público, permitiendo a los consumidores ahorrar y personalizar los cortes según sus necesidades.
“Lo que hacemos es acercar la compra que siempre hizo el carnicero, la media res que baja del camión y va directo a la carnicería. Ahora, se la ofrecemos al cliente final, sin intermediarios”, explicó a Telenoche (eltrece) el encargado de una carnicería que implementa este sistema.
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En rigor, el ahorro es significativo. Mientras que un corte tradicional puede costar entre $8.000 y $9.000 el kilo, la media res ronda los $5.000. “Es mucha la diferencia”, cuenta una clienta que viajó desde José C. Paz hasta el local, un trayecto de más de una hora y media para conseguir la mercadería.
La calidad también pesa en la decisión: los compradores eligen cómo desean los cortes, desde milanesas feteadas hasta carne picada preparada en el momento.
Este sistema es ideal para familias numerosas. “Compramos para mi grupo familiar y también para mi mamá. Ahora tenemos un casamiento y necesitamos carne para hacer 200 empanadas”, comenta otra consumidora, quien destaca la practicidad de etiquetar y embolsar los cortes para facilitar su almacenamiento.
Según datos de los comercios relevados, llegan a vender hasta 500 medias reses por día. El asado sigue siendo la estrella, pero cortes como el peceto, popular en las fiestas por el vitel toné, y la bola de lomo también tienen alta demanda.
“Venimos a buscar precios y calidad, y acá además te asesoran sobre los diferentes cortes”, afirma un cliente que llegó al negocio tras enterarse de la oferta por redes sociales.