En los últimos días, el Gobierno ratificó que el impuesto PAÍS llegará a su fin en menos de un mes. Ayer, el Ejecutivo dejó de cobrar la retención del 95% del gravamen que pagaban las importaciones, por lo que los bienes que provengan del exterior resultarán más baratos. Ese es un paso -quizás el último- para empezar a visualizar el escenario que viene, cuando ese recargo se elimine.
De acuerdo con la ley 27.541 del 2019, el Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria -o PAIS- es el tributo que grava las operaciones en moneda extranjera y estará vigente hasta el 22 de diciembre inclusive. A partir de esa fecha, los productos importados dejarán de percibir el recargo de 7,5%, mientras que el llamado dólar tarjeta -para los gastos en bienes y servicios en el exterior- y el dólar solidario -destinado a la compra de moneda extranjera para el ahorro- bajarán 30 puntos sus percepciones impositivas.
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Por ello, la finalización del impuesto País traerá aparejados una serie de desafíos. En primer lugar, porque el Tesoro perderá una de las principales fuentes de ingresos que le permitió sostener el superávit de las cuentas públicas -una de las principales anclas del programa económico oficial- en lo que va del año.
Solo a modo de ejemplo, en octubre el tributo recaudó $393.825 millones y en los primeros diez meses de 2024 ingresaron por esa vía $5.778.088 millones. E incluso, de acuerdo con estimaciones privadas, representó más del 20% del superávit fiscal acumulado en los primeros meses del año, por lo que hay grandes interrogantes sobre cuáles serán las vías a través de las cuales el fisco podrá reemplazar esa recaudación.
Pero además, habrá otro punto clave. Con la eliminación del impuesto País también se abaratarán las importaciones, por lo que se espera una mayor demanda sobre las reservas del Banco Central. De hecho, con la quita del adelanto que se cobraba anteriormente, los importadores ya empiezan a percibir un mejor tipo de cambio para sus operaciones.
“Que baje el impuesto País mejora las condiciones económicas y muy probablemente en algunos sectores se traslade a precios. Pero no es el único driver, ya que el nivel de importaciones está dado por demanda y actividad. Prevemos que el año que viene un crecimiento de importaciones también porque va a subir el nivel de actividad”, aclaró una fuente del sector importador.
“Las importaciones alcanzaron US$6128 millones en el mes, el valor más alto del año y la primera variación interanual positiva tras 20 meses de caídas consecutivas. Todo indica que la tendencia al alza en las importaciones persistirá, impulsada por el crecimiento de la actividad económica, la reducción de aranceles y, sobre todo, por la apreciación cambiaria. Este conjunto de factores configura un escenario de presión sostenida sobre las reservas de divisas”, adelantó la consultora GMA en un informe.
Sumado a esto, el impuesto País grava las compras en moneda extranjera y los consumos realizados con tarjeta, por lo que los llamados dólar tarjeta y dólar ahorro desde fines de diciembre tendrán una reducción del 30 puntos de su carga impositiva. Esto es, que de los $1643 que valen actualmente -a la cotización del cierre de este este lunes-, pasarán a un tipo de cambio cercano a los $1335.
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Esta situación también sumó una preocupación adicional por el impacto que generará en las arcas del Banco Central, especialmente por la salida de divisas del sector turístico en la antesala de la temporada de verano. Para dimensionar, según los últimos datos del INDEC, en octubre la balanza del sector arrojó que el ingreso de turistas al país cayó 30,3% en la medición interanual, mientras que las salidas al exterior crecieron crecieron 24,7%.
“La explicación radica principalmente en la acelerada apreciación cambiaria: desde de la devaluación del 13 de diciembre la caída del tipo de cambio multilateral fue del 49%, llegando al mismo nivel de noviembre del año pasado, mientras que el tipo de cambio bilateral con Brasil ya se encuentra en niveles similares a los de noviembre del 2015. En consecuencia, se encarecieron los costos de las estadías en hoteles dentro del país”, describió la consultora Analytica. Y calculó que con la eliminación del impuesto País, en enero el tipo de cambio turista quedaría en valores por debajo del tipo de cambio de enero de 2017 y 2018.
En este sentido, el Gobierno intentó contener la situación y relativizó el impacto sobre las reservas, principalmente porque considera que la mayor demanda de divisas vinculadas a gastos en moneda extranjera se hace a través de los dólares financieros, principalmente al MEP.
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“Si vos comprás dólares para cancelar un gasto que hiciste en tarjeta, esos dólares se los estás comprando a otro privado, no al Banco Central. La mayoría de la gente opta por pagar en dólares. En vez de pagar $1600, agarra los pesos y compra los dólares al tipo de cambio libre a $1100, y cancela a $1100″, argumentó Luis Caputo en una entrevista con TN.
En tanto, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, dijo en un evento organizado por la Bolsa de Comercio de Córdoba que la mitad de los dólares que hoy se consumen por turismo o pago de servicios -unos US$400 millones al mes- salen de las reservas, mientras que la otra mitad se consiguen en el mercado financiero.
“¿Por qué alguien pagaría $1500 con el dólar tarjeta, como lo hacen por US$400 millones al mes?”, cuestionó el titular del Central. Y respondió que esa decisión tiene que ver con que son montos bajos, como los pagos de los servicios de streaming.