La balanza comercial se mantuvo en rojo durante julio, con un saldo negativo de US$649 millones. Aunque representa un tercio del déficit que mostró en junio, se trata del quinto mes consecutivo a la baja. Según informó el INDEC, la balanza acumula un saldo negativo de US$5142 millones en lo que va del 2023.
El impacto fulminante de la sequía sobre las exportaciones se prolongó su impacto en julio: ese mes, las ventas externas cayeron 22,4%, a US$6060 millones.
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A su vez, se dio una fuerte retracción de las importaciones. Ante la falta de divisas, las autorizaciones se siguen frenando y repercuten en la caída de las compras externas que este mes fueron de 19,1%, por US$6709 millones. En términos porcentuales se trata de la baja más marcada en lo que va del año.
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Si se toman los primeros siete meses de 2023, las exportaciones argentinas totalizaron US$39.534 millones, una caída interanual de 24,2%, mientras que las importaciones sumaron US$44.676 millones, con un descenso de 10,1%.
El balance comercial arrojó un saldo negativo de US$5142 millones. La retracción marcada de las importaciones evitó que el déficit de julio fuera todavía más abultado. En junio, el rojo comercial había tocado los US$1833 millones.
Según el informe del INDEC, todos los rubros disminuyeron salvo combustibles y energía (CyE), que aumentó 17,6%. Los productos primarios (PP) cayeron 41,3%; las manufacturas de origen agropecuario (MOA), 26,1%; y las manufacturas de origen industrial (MOI), 3,3%.
“Solo en productos primarios la caída fue muy importante. Esto incluye principalmente cereales y oleaginosas, como la soja. El rubro de grasas y aceites animales y vegetales, que es uno de los principales de exportación de la Argentina, registró una caída del 36% con respecto al mismo período del año anterior, y esto explica gran parte del déficit que estamos viendo”, explicó la economista jefa de la Bolsa de Comercio de Rosario en diálogo con La Nación.
Las importaciones descendieron 19,1% respecto de julio de 2022 (US$1580 millones menos), aunque hubo una caída de 15,2% en los precios y de 4,7% en las cantidades.
Uno de los rojos que más llama la atención es el de las importaciones de vehículos automotores de pasajeros, que cayó 78,5%; combustibles y lubricantes cayó un 60,7%; y el resto disminuyó un 13,7%; bienes de consumo, 5% y bienes intermedios, con una caída del 2,1%. Tuvieron una leve suba las Piezas y accesorios para bienes de capital, de 7,1%; y los bienes de capital, con un 1,9%.